Los empresarios afiliados a la Andi celebran en Cartagena su congreso anual, donde esperan a representantes del Gobierno Petro.
El primer cara a cara del empresariado colombiano con el nuevo Gobierno, que encabeza el presidente, Gustavo Petro, empezó con un compromiso por parte del sector privado, pero a la vez con un aviso contundente para el mandatario y su equipo de colaboradores.
“Ejerceremos un liderazgo que permita las transformaciones que necesitamos, especialmente las culturales y de comportamientos. Acompañaremos las iniciativas que Colombia requiere. Y, ante situaciones que lo ameriten, elevaremos nuestra crítica constructiva, seguros de que esto llevará a mejores decisiones, para el bien de todos”, expresó el presidente del Grupo Nutresa y de la junta de dirección de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Carlos Ignacio Gallego, al instalar el séptimo Congreso Empresarial Colombiano (CEC).
Estas puntadas pudieron caer en terreno improductivo toda vez que los funcionarios que estaban anunciados para estar en la jornada inicial de la actividad gremial, que se celebra en el Centro de Convenciones de Cartagena, no llegaron, entre ellos la vicepresidenta Francia Márquez y el ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva.
En toda caso, Gallego agregó que la intención del empresariado es ser proactivo, solidario, y está comprometido para trabajar por el país en frentes como economía, geopolítica, financiación y oportunidades, desafíos fiscales, futuro del trabajo, salud y pensiones.
A su turno, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, confió en poder llevar un diálogo abierto y sincero con el gobierno, que se posesionó el pasado domingo, pensando en el futuro y el bienestar de los colombianos. “Va a ser una muy buena oportunidad de generar agendas de trabajo y construir más país”.
Expectativas
Mientras los empresarios esperan que el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, explique hoy mayores detalles del proyecto de reforma tributaria que se radicó el lunes, en la Cámara de Representantes, las voces del sector privado en los pasillos del Centro de Convenciones son de prudencia.
Desde la presidencia de la Asociación Colombiana de Empresas de Servicios Temporales (Acoset), Miguel Pérez, señaló que la iniciativa genera preocupaciones dado que algunos de sus planteamientos equiparan a todos los grupos empresariales, sin distinción entre grandes, medianas o pequeñas.
“Esto significa que las pequeñas y medianas empresas (pymes) van a tener una carga tributaria no proporcionada al tamaño o a su estructura económica, y por eso será bueno que se revise la iniciativa para que haya una armonización en cuanto al tamaño de las compañías”, mencionó el dirigente, quien añadió que de aprobarse el proyecto radicado se impactará el costo de la canasta familiar y las cuentas de los hogares.
El gremio que afilia a 120 empresas de servicios temporales que generan 470.000 empleos, también hay inquietud frente a la propuesta de que la jornada laboral nocturna inicie a las 6 de la tarde y no a las 9 de la noche como ocurre actualmente.
Según Pérez el impacto sobre sectores como el comercio y el manufacturero sería un aumento de los costos laborales e incluso en la productividad. “En un centro comercial, por ejemplo, la mayor dinámica se observa luego de las 6 de la tarde porque en la mañana esta actividad es quieta, y si se aplica el recargo nocturno desde esa hora, para los comerciantes desencadenará un encarecimiento de sus nóminas”.
Para Santiago Piedrahíta, presidente del Grupo Bios, cualquier cambio en temas salariales, jornadas laborales, recargos, dominicales y festivos va a impactar los costos de las empresas. Aclaró que la intención de los empresarios no es estar en contra de ideas que buscan mejorar las condiciones laborales, pero recordó que la economía está en un momento complejo por la disrupción de las cadenas logísticas, por lo que no resulta conveniente ejercer mayores presiones a los costos de las compañías, lo que podría reducir la demanda por parte de los consumidores.
Por su parte, Alejandro Olaya, gerente de la Andi en Antioquia, mencionó que una de las expectativas de los empresarios paisas en este encuentro es alinear sus agendas de trabajo, en un contexto de alta inflación internacional y complejidades logísticas, pero también cómo se aprovecharán las oportunidades existentes.
“Este año terminará con un crecimiento importante porque traemos una buena inercia y estaríamos en el 6%, aunque no hay duda de que la tasa de cambio del dólar es uno de los problemas más difíciles actualmente, ya que afecta la importación de insumos y de materiales lo que encarece la canasta de aprovisionamiento”, manifestó Olaya.
