¿Para qué se requiere una hoja de ruta del gas natural en Colombia?
Con esta pregunta, el Centro Regional de Estudios de Energía (Cree), la Transportadora de Gas Internacional (TGI) y el Grupo de Energía de Bogotá presentaron la hoja de ruta con 22 recomendaciones a entidades públicas, autoridades y demás actores de la cadena de valor del gas natural.
El documento plantea que el gas natural suministra la sexta parte de la energía final de Colombia, siendo la industria el sector de mayor consumo final.
Asimismo, este energético registra una cobertura del 70 % en el territorio colombiano y su crecimiento se ha estancado, esto debido a que las reservas han caído desde 2010 y hay incertidumbre sobre la oferta de largo plazo, ante la duda de si se firman o no más contratos de exploración.
“Con la hoja de ruta para el gas natural que entregamos al país, aportamos a la construcción de políticas públicas que garanticen el desarrollo de una transición energética justa, sostenible, ordenada y competitiva, en la que todos los colombianos nos involucremos y entendamos la importancia de cambiar nuestros hábitos de consumo y producción, para descarbonizar la economía”, asegura Mónica Contreras Esper, presidente de TGI.
Producción y reservas
Para marzo de 2023, de acuerdo con la Agencia Nacional de Hidrocarburos, la producción promedio de gas comercializado presentó un descenso de 1,21 % frente al mismo mes de 2022 (1.065 millones de pies cúbicos por días, mpcd vs 1.078 mpcd).
Frente a febrero de 2023, la producción promedio de gas comercializado en el tercer mes del año registró una caída de 1,48 % (1.065 mpcd vs 1.081 mpcd).
Según Promigas, el país no necesitaría importar gas hasta enero de 2027, cuando, en el mejor de los escenarios, la producción del país llegará a 716 gigas de unidades térmicas británicas diarias (Gbtud) y la demanda sería de 719 Gbtud.
Mientras tanto, la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas) confirmó que Colombia tiene reservas para cubrir los próximos 100 años.
“El país tiene un alto potencial de abastecimiento con el que se pasaría de tener 3 terapies cúbicos de reservas probadas, disponibles para 7,7 años, a cerca de 60 terapies cúbicos en yacimiento convencionales, no convencionales y en el Mar Caribe, lo que asegura una autosuficiencia para el próximo siglo”.
Rol y aportes
En la hoja de ruta se concluye que el gas natural es la energía que habilitará la transición en Colombia, al ser un energético de bajas emisiones y que ayuda a mejorar la calidad del aire al emitir menos cantidad de material particulado que el carbón y el diésel.
Además, es asequible, está disponible y ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) entre 35 % y 50 %, lo que reitera su carácter de necesario por los próximos 30 años.
El informe también da cuenta que se evidencia que el gas natural cuenta con la infraestructura y capacidad instalada para garantizar la oferta y atender la constante demanda que aún no alcanzan a cubrir energías renovables como la solar y la eólica; y que en sectores como transporte de carga e industria es la única opción disponible para iniciar la descarbonización sin afectar su operatividad.
Acciones y recomendaciones
La hoja de ruta del gas natural propone 22 acciones a corto, mediano y largo plazo que se deben realizar en un trabajo coordinado entre empresas del sector, ministerios y agencias, superintendencias, gremios y centros de investigación.
Para llegar a esas propuestas, el documento concluye que el gas natural es el combustible de la transición energética en Colombia, porque tiene un rol clave en sectores difíciles de descarbonizar y en la producción de hidrógeno azul; la restricción de emisiones determina la participación del gas natural en la demanda final; y la incorporación de reservas aplaza su importación.
Entre las principales recomendaciones está la flexibilización de marcos regulatorios para dinamizar el mercado, fomentar la competencia y permitir la conexión de nuevos usuarios para cerrar brechas sociales.
Actualmente, el gas natural llega a más de 10 millones de hogares en Colombia; sin embargo, aún hay un fuerte trabajo para sacar de la pobreza energética a 1,6 millones de hogares que cocinan con leña. El sector hoy está en la capacidad de impulsar programas de regasificación rural y llegar a los 300 municipios que hoy no tienen acceso al gas natural.
Respecto a los escenarios que estima la hoja de ruta para el gas natural, se concluye que este energético tiene un rol predominante hasta en la situación de mayor restricción. Se evidencia la necesidad de duplicar el consumo en los próximos 20 años, por eso lo urgencia de incrementar las reservas probadas y diversificar fuentes, tener un sistema confiable y adaptado, avanzar en la sustitución de consumos industriales e impulsar el ascenso tecnológico en el transporte de carga hacia vehículos destinados a gas.
En el reciente foro de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, el vicepresidente ejecutivo de Ecopetrol, Alberto Consuegra, aseguró que, como parte de esta transición energética, la compañía tendrá un cambio fundamental porque se moverá más hacia la producción de gas natural.
“Reconocemos que el gas va a jugar un papel fundamental en la transición energética y es el que va a perdurar más allá del 2050. En el 2040 el gas natural ya pesará alrededor del 35 por ciento en el negocio convencional de la empresa”, afirmó en el evento.
Pero, también reconoció que el petróleo seguirá siendo necesario. “Necesitamos crudo para exportar, hay que hacer una transición fiscal y exportadora ordenada. Mientras llegan negocios de reindustrialización y el turismo, va a ser fundamental que el crudo continúe siendo vital para el ejercicio fiscal del país”.
Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
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