lunes, 25 septiembre 2023
martes 09 de mayo de 2023 - 12:00 AM

“Hay que bajarle el ritmo de crecimiento a la economía colombiana, y para lograrlo se necesitan tasas de interés altas”: Mauricio Reina

En entrevista con Vanguardia, el analista económico da las razones del porqué Colombia ha tardado más en reducir su inflación en comparación con otros países de América Latina.

Comprometidos con la verdad

Sabemos que te apasiona estar bien informado y que quieres seguir conectado con el periodismo independiente, de calidad y las buenas historias. Por eso, te invitamos a considerar adquirir una suscripción digital.

¡Mira esta propuesta exclusiva para ti!

Beneficios
  • Acceso ilimitado a www.vanguardia.com y contenido EXCLUSIVO para suscriptores.
  • Versión digital del periódico impreso, acceso a las últimas 30 ediciones.
  • Boletín electrónico con recomendaciones de nuestros editores.
  • Sopa de letras y sudokus interactivos.
  • Videos, fotogalerías e infografías.
  • Mejor experiencia de lectura con menos publicidad.
  • Descuentos en productos y experiencias a través del Club Vital.
Suscríbete por 12 meses y te damos 15
OFERTA ESPECIAL
Precio regular: $179.500 Paga: $118.800
Suscríbete
*No incluye periódico impreso
OFERTA ESPECIAL
Paga 12 meses y te damos 15 Precio regular: $179.500 Por $118.800
Suscríbete
*No incluye periódico impreso

Si tienes acceso a la suscripción digital pero no parece cargar correctamente el contenido, refresca tu acceso aquí.

Nuestra mejor noticia

En Vanguardia queremos que te mantengas bien informado. Te invitamos a considerar ser suscriptor digital y seguir conectado con el periodismo independiente y de calidad, investigaciones, buenas historias y todos nuestros contenidos.

¡Mira esta propuesta exclusiva para ti!

Beneficios
  • Acceso ilimitado a www.vanguardia.com y contenido EXCLUSIVO para suscriptores.
  • Versión digital del periódico impreso, acceso a las últimas 30 ediciones.
  • Boletín electrónico con recomendaciones de nuestros editores.
  • Sopa de letras y sudokus interactivos.
  • Videos, fotogalerías e infografías.
  • Mejor experiencia de lectura con menos publicidad.
  • Descuentos en productos y experiencias a través del Club Vital.
Suscríbete por 12 meses y te damos 15
OFERTA ESPECIAL
Precio regular: $179.500 Paga: $118.800
Suscríbete
*No incluye periódico impreso
OFERTA ESPECIAL
Paga 12 meses y te damos 15 Precio regular: $179.500 Por $118.800
Suscríbete
*No incluye periódico impreso

Ya tengo mi suscripción:

o ingresa

Ingresar

Olvidé mi contraseña

Límite de dispositivos diarios alcanzado

Has alcanzado el límite de dispositivos diarios desde los cuales acceder a nuestro contenido.

Hace poco se realizó el XVIII Seminario de Actualización Avícola de Fenavi Santander, en el que participó el economista Mauricio Reina, investigador de Fedesarrollo, con maestrías en Relaciones Internacionales de la Universidad Johns Hopkins y en Economía de los Andes, con una conferencia sobre los principales riesgos globales para la economía colombiana en el 2023.

Vanguardia aprovechó la ocasión para conversar con Reina sobre el contexto macroeconómico internacional, la inflación y las recientes decisiones del Gobierno nacional en materia económica.

El contexto macroeconómico internacional impone exigencias para los empresarios y el Gobierno, tanto en volatilidad del dólar, alza de precios, encarecimiento de insumos y desfase en la logística exterior. ¿Frente a esto, Colombia cómo se ubica?

Hay que diferenciar factores externos internos. En el escenario internacional lo que se está anticipando es que el aumento de tasas de interés de los países desarrollados, en concreto de Estados Unidos, no será tan grande y tan acelerado como se preveía hace mes y medio. En ese momento, hubo un gran susto acerca de lo que podía significar seguir luchando contra la inflación. Hay que recordar que en Estados Unidos lleva cinco o seis meses bajando, pero los últimos datos no habían sido tan buenos como se esperaba, por lo tanto, el temor era que si se subirían más las tasas de interés y eso frenaría más la economía de ese país y la global.

Lo que ha sucedido recientemente es que los datos de inflación son mejores, desde la perspectiva de reducción. También está sucediendo que, a partir de lo que ha pasado con la crisis financiera incipiente en algunos segmentos del sector bancario, la Reserva Federal ha optado por tener una política mucho más cauta, es decir, subir menos las tasas de interés para no asfixiar al sector financiero. Esas son buenas noticias, que la inflación esté cediendo frente hace tres meses, y que la Reserva Federal de manera precavida este apretando menos al sector financiero global.

¿Por qué esos dos hechos son buenos?

Hay que recordar que en el sector financiero global siempre pueden aparecer cadáveres en el clóset. Entonces, eso da noticias buenas porque permite que los capitales que están en economías emergentes, como la colombiana, se mantengan aquí y que no salgan corriendo a buscar mayores rendimientos en Estados Unidos. Además, que se reduzca el temor porque, recordemos, un inversionista tiene en cuenta la rentabilidad, el factor confianza y la seguridad. Entonces, mientras menos expectativas haya de aumento de tasas de interés, más recursos hay en América Latina.

“La economía colombiana estaba recalentada, efectivamente. Y estamos asistiendo al año en el que se está ajustando a una nueva temperatura más baja”.

Frente a lo anterior, ¿hay algo de restos de la guerra en Ucrania?

En ese escenario internacional, la guerra de Ucrania se mantiene más o menos en el punto que lo hemos tenido, eso da como resultado unos precios de los ‘commodities’ más o menos estabilizados en los últimos meses. También un precio del petróleo que está entre 75 dólares y 80 dólares el barril, valor que está por encima de los pronósticos de los analistas.

Bajo este entorno internacional, ¿cuál es el freno de la economía colombiana?

A pesar de estas condiciones externas, el freno de la economía en Colombia viene de adentro, de nuestro propio entorno o circunstancias propias. Son dos en concreto, una el factor inflacionario. El Banco de la República ha venido aumentando sus tasas de interés y esas alzas se replican en toda la economía. Eso por supuesto frena el crecimiento económico. Cualquier persona que nos lee, en este momento, sabrá que su tarjeta de crédito le está cobrando unos intereses superiores al 45 % anual, sabrá que su crédito de vivienda está altísimo y todo eso mengua el gasto y, por lo tanto, reduce su actividad económica.

¿Por qué sucede eso?

Porque Colombia es el único país importante de América Latina que no ha visto reducciones importantes en la inflación. Ya empezó a bajar hace varios meses en Brasil, lo mismo en Perú, Chile y México. Y en Colombia todavía no se ha reducido la inflación total, sino que parece dura de derrotar.

Hagamos una inmersión en esa inflación, ¿por qué en otros países sí baja la inflación y en Colombia no?

El Banco de la República de Colombia empezó a subir sus tasas de interés más tarde que los otros bancos centrales de América Latina. En término asimilables, veníamos con un crecimiento muy grande en el 2022 y desde el 2021, por cuenta de los buenos precios del petróleo, una gran expansión fiscal muy asociada con las elecciones presidenciales del año pasado y la expansión monetaria asociada con las políticas pospandemia, para ayudar a la economía a salir (tras la cuarentena), el Gobierno nacional inyectó mucha plata y se redujeron las tasas de interés.

Esas tres fuerzas que traía la economía colombiana se mantuvieron hasta bien adelantado en el 2022. Mientras en otros países ya habían frenado, en Colombia seguíamos empujando, en gran medida, por el ciclo político de las elecciones presidenciales. Eso hizo que hubiera un exceso de demanda, todavía hoy la tenemos. Eso se traduce en un crecimiento de 7,5 % el año pasado, pero parte del exceso de demanda se iba en aumento en precios.

¿Qué tienen que ver los alimentos en ese ciclo político-económico?

La subida del precio de los alimentos se da, en parte, por el ciclo climático; y por otra parte, efectos rezagados de los paros. Sí, en efecto los paros tuvieron un impacto muy grande sobre el abastecimiento de insumos, como en el sector avícola, que fue de los afectados. Esto toma tiempo para volver a restablecer un ciclo de producción de una camada completa. Entonces, entre el efecto del paro, el inflacionario y el impacto de insumos importados sobre toda la cadena agropecuaria han hecho que los precios de los alimentos crezcan al doble, a veces casi que al triple, que el promedio de la inflación de la economía.

Lea también: ¿Bajará la gasolina en Colombia? Minhacienda se aparta del control de precios a Ecopetrol como pretende Minminas

“Hay que bajarle el ritmo de crecimiento a la economía colombiana, y para lograrlo, lamentablemente, se necesita tener durante un rato unas tasas de interés altas”.

Pero ya hay buenas noticias...

La buena noticia es que llevamos tres meses seguidos de reducción de la inflación de alimentos. Y en la medida en que el componente de alimentos ha sido el más dinámico dentro de la inflación, el que se esté reduciendo permite ser razonablemente optimistas para estimar que ya va a empezar a bajar la inflación en Colombia. Pero hay un tercer elemento, además, del exceso de demanda y alimentos, que es preocupante y tiene que ver con la inflación inercial, es decir, me acostumbro a que la inflación está por encima del 10 %, entonces le pido al otro que me suba el 10 %, mi arriendo se reajusta el 10 %, el de más allá dice: “no, no, no, esto va para 15 %”; y empezamos psicológicamente a convivir con inflaciones altas y ajustar todos los precios de la economía con precios altos. Eso es fatal, porque de ahí es muy difícil devolverse, lo hemos visto en Argentina Venezuela.

Y en esa mezcla de factores, ¿qué papel cumple la reciente reforma tributaria, influyó en esta crisis y disparada de precios?

Así es. Tenemos otro problema interno con la reforma tributaria. Había un gran descuadre fiscal asociado también con el ciclo político, mientras otros países estaban ajustando sus finanzas públicas, después de la gran expansión de la pandemia. En Colombia, el 2022 fue año electoral y era muy difícil esperar que hubiera un ajuste fiscal.

Entonces, llegó la reforma tributaria del segundo semestre del año, tardíamente frente a otros países de la región, y eso evidentemente golpea al bolsillo de la gente y al hacerlo reduce la demanda agregada. Entre el freno fiscal y tributario y el freno de tasas de interés, debido a la inflación, la economía está volviendo a lo que puede crecer, es como una olla a presión que se le había metido mucho fuego, calentaba muy bien, pero estaba pitando. Es decir, estaba botando inflaciones altas y desequilibrios fiscales.

¿Se estaba recalentando?

Claro. La economía colombiana estaba recalentada, efectivamente. Y estamos asistiendo al año en el que se está ajustando a una nueva temperatura más baja.

“Mientras que el Banco de la República tiene que mirar hacia adelante, mantener la estabilidad de los precios, sostener la estabilidad de la inflación. Entonces, por eso el Gobierno pide cosas que en principio son contradictorias con lo que hace el Emisor”.

Hay una preocupación de este Gobierno para no frenar esa demanda, incluso con el consumo de crédito. ¿Esto podría ser contraproducente para la inflación?

Se separaría la discusión en dos capítulos: el capítulo macroeconómico y el capítulo del bolsillo individual de las familias. En lo macroeconómico, en este momento, efectivamente, lo que conviene es bajarle el ritmo a la economía, de lo contrario, no vamos a poder domesticar la inflación. Y una inflación alta es lo peor que puede haber para el manejo macroeconómico, para el bolsillo de la gente y para el bienestar colectivo. Por tanto, hay que bajarle el ritmo de crecimiento a la economía colombiana, y para lograrlo, lamentablemente, se necesita tener durante un rato unas tasas de interés altas.

Entonces, ¿qué está sucediendo con parte del sector financiero al bajar tasas en las tarjetas de crédito, como lo solicitó el Gobierno?

Están sucediendo dos cosas. El Gobierno no es el Banco de la República, que es independiente y está buscando bajar la inflación con mayores tasas de interés, pero por Constitución, una cosa es el poder Ejecutivo y el Banco de la República. Y el Gobierno, con el presidente Petro, tiene otro incentivo, de crecer, de aumentar empleo y de echarle la culpa al Banco Central por no controlar la inflación. Entonces, tienen el pie sobre el acelerador, quieren seguir acelerando y le dicen al que tiene el pie en el freno, que es el Banco de la República, no me frene que quiero seguir creciendo.

El incentivo del Gobierno es promover mayor aumento de la demanda y mayor crecimiento porque sus resultados están en el corto plazo. Sí, que la gente esté contenta hoy y ya mañana se verá qué se hace y quién es el responsable. Mientras que el Banco de la República tiene que mirar hacia adelante, mantener la estabilidad de los precios, sostener la estabilidad de la inflación. Entonces, por eso el Gobierno pide cosas que en principio son contradictorias con lo que hace el Emisor.

“El incentivo del Gobierno es promover mayor aumento de la demanda y mayor crecimiento porque sus resultados están en el corto plazo. Sí, que la gente esté contenta hoy y ya mañana se verá qué se hace y quién es el responsable”.
Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí.
Image

Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.

@MiguelOrlandoAM

malguero@vanguardia.com

Lea también