Uno de cada diez colombiano no tiene trabajo. Seis de cada diez vive en la informalidad. En empresas de hasta nueve empleados está el 95% del empleo. 97% tiene máximo tres empleados. 81% de las empresas del país son informales. El 92% no hace aportes a seguridad social.
Con estas cifras la Misión de Empleo entregó la semana pasada las recomendaciones, tras un análisis detallado del mercado laboral de Colombia.
Esto podría convertirse en una hoja de ruta para mejorar las condiciones del empleo para lo que queda de este Gobierno y para el próximo, que se inicia el 7 de agosto, o más bien un diagnóstico más que se va a los anaqueles para la incapacidad institucional de ponerlo en práctica.
La secretaría técnica estuvo a cargo del DNP y el Ministerio del Trabajo, los jefes de la Misión fueron Santiago Levy y Darío Maldonado.
El estudio estuvo apoyado por expertos, el Banco Mundial, el Banco Centroamericano de Integración Económica, el PNUD, la Organización Internacional del Trabajo y el Banco Interamericano de Desarrollo.
El diagnóstico de la precariedad del mercado laboral colombiano no es nuevo, al igual que las recomendaciones del informe, incluso algunas han sido analizadas en debates en la última década, como el sistema de seguridad social.
Sin embargo, llega en un momento coyuntural para poner sobre la mesa una eventual reforma laboral, que iría de la mano de tributaria y pensional.
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Germán Machado, docente de Economía, considera que el informe de la Misión de Empleo debe ser un eje central del debate político para los próximos meses y para guiar las prioridades del próximo Gobierno.
“Un primer eje urgente es facilitar la formalización de las microempresas que hoy son informales, que bordea el 90% de las empresas del país y que se han quedado por fuera de los programas de apoyo creados hasta el momento, como el PAEF. Un segundo eje es permitir el acceso de los trabajadores informales a las coberturas del sistema de seguridad social”, asegura el economista.
Los problemas del mercado laboral
Por su parte, la economista Angélica Benavides, de @EconomiaPipol, menciona que los problemas principales del sistema laboral son la alta informalidad, la brecha de género, las dificultades de los jóvenes para entrar al mercado y las fallas en el sistema de cotizaciones a la seguridad social.
“Las recomendaciones de esa comisión son cambios que nos tomarían varios años para implementar y dependemos también de qué tanto de las propuestas acogen los políticos y el próximo Gobierno. Es importante que el actual, pese a que está a unos meses de finalizar, empiece a socializar los resultados de la Misión para que vaya abonando el terreno sobre los cambios que se necesitan hacer”, indica Benavides.
Por ejemplo, mientras que la Misión recomendó que el salario mínimo es una barrera muy alta para entrar a la formalidad y pidió bajar ese umbral, el Ministro de Trabajo respondió que eso no es posible políticamente.
Que se discutan los problemas
El analista económico Mateo Rivera agrega que lo relevante de este informe es que se discuta, más aún cuando se está en vísperas de elecciones presidenciales y legislativas.
“Sería lamentable, como ha pasado con otras misiones, que las recomendaciones queden relegadas a los anaqueles de los recuerdos”. Reiteró que el gran problema laboral del país es la informalidad, tanto en empleo como a nivel empresarial.
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Funciona mal
En su newsletter, el economista Martín Jaramillo plantea que el informe de la Misión es un insumo para tener un mercado laboral más libre, más dinámico, más enfocado a la productividad, al crecimiento y a la prosperidad, especialmente la de los más pobres.
“Sin embargo, hay vaguedad en algunos de sus recomendaciones sobre cuál debe ser la tasa de cotización, cómo debe quedar el salario mínimo y a qué arreglo institucional debemos llegar con las cajas. La realidad es que esas discusiones, si bien deben ser guiadas con estimaciones rigurosas y premisas bien definidas, son discusiones políticas con implicaciones morales profundas”, advierte Jaramillo.
Asevera que la Misión acierta al recordar que el mercado laboral colombiano funciona muy mal, “que eso que llamamos “protección social” en Colombia ni protege, ni es social, y que las leyes que tenemos actualmente dificultan la creación de buenos empleos”.
Alejandra Botero Barco, directora del DNP, aclara que para enfrentar los retos del mercado laboral no se resuelven con una sola reforma.
“Debe pensarse en un proceso de reformas, cuya velocidad y secuencia depende de consensos políticos, consideraciones fiscales y otros factores. El punto de partida para mejorar el status quo debe ser la elaboración de una visión integral de las principales políticas, que logre compatibilizar dos objetivos complementarios: extender y mejorar la protección social para los trabajadores y crear mejores condiciones para que las empresas generen empleos más productivos y mejor remunerados”, explica Botero.
Recomendaciones
El documento ejecutivo de 39 páginas que puede consultar en misionempleo.gov.co presenta cinco recomendaciones principales: salario mínimo más bajo, urge una reforma pensional, más mujeres en el tejido empresarial, fortalecer el sistema judicial laboral y reorganizar la salud.
Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
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