Tras una semana de su radicación, la reforma laboral del Gobierno Petro levantó polémica entre las empresas del sector de nuevas tecnologías, que desde ya advierten de los riesgos que esta proyecto tiene para los nuevos modelos de negocios, como las plataformas digitales de reparto.
En diálogo con Colprensa, el presidente de Alianza In, José Daniel López, gremio que reúne a las principales empresas tecnológicas como Rappi, Uber, Didi, entre otras, explicó por qué la reforma, de ser aprobada tal y como está, atenta contra el empleo de aproximadamente 80.000 repartidores, lo que a su parecer sería la peor forma de precarizar a miles de empleados que no tendrían cómo generar ingresos.
López puso una lápida sobre las mipymes del país, al decir que la reforma dejaría al borde de la extinción a las pequeñas y medianas empresas que se han valido de estas nuevas tecnologías.
“No es que no encaje en la reforma laboral, yo sí creo que la reforma laboral es una oportunidad para mejorar las condiciones de protección y de formalización de los repartidores, lo que no creemos es que la forma de hacerlo sea a través de un contrato de trabajo con subordinación como propone el Gobierno. Por varias razones, primero, a la mayoría de los repartidores no les interesa tener ni jefe ni subordinación ni horario”, aseveró López.
El gremio propuso que los repartidores se definan jurídicamente desde una tercera vía, en donde lo repartidores tengan pleno acceso a salud y pensión con un pago en el que concurran los repartidores en el gasto con las empresas de las plataformas.
“Estamos dispuestos a pagar el 100 % de los riesgos laborales de los repartidores cuando ganen un salario mínimo más al mes y cuando ganen menos porque hay unos que dedican muy pocas horas. El trabajo es cubrirlos con un seguro de accidentes y responsabilidad civil”, precisó el dirigente gremial.
“La consecuencia es que aquí vamos a perder todos, primero pierden los 80.000 repartidores que se quedarían sin trabajo, pierden los 75.000 comercios en su mayoría pequeñas y medianas empresas que venden sus productos a través de las plataformas de reparto, pierden también o perdemos los dos millones y medio de colombianos de compramos a través de esas plataformas y pierden también, por supuesto las plataformas digitales que quedarían en un sistema que sobre todas las pequeñas y a las medianas plataformas porque las plataformas de reparto son varias, son diversas, las pequeñas y medianas quedarían prácticamente al borde de la extinción”.
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¿Qué dice Rappi?
Este fin de semana, Simón Borrero, CEO de Rappi, se pronunció sobre el proyecto de ley en varios medios nacionales. Argumentó que el articulado trae laboralidad forzosa y un freno a la flexibilidad de los ‘rappitenderos’ al ofrecer sus servicios.
“Un estudiante que está en la mitad de parciales tiene un día libre, necesita pagar sus estudios, se puede conectar y ganar dinero. Como se plantea en la reforma, esto no sería posible. Ese estudiante tendría que ser un empleado con horarios fijos. La gran mayoría de los ‘rappitenderos’ no quiere eso, quiere más protección y más bienestar, y en eso estamos súper de acuerdo”, contó.
El directo de Rappi puso de ejemplo la regulación chilena, como una referencia que podría traer solución a la informalidad bajo la que trabajan los repartidores.
Borrero aseveró que si se aprueba la reforma, el 90 % de los trabajadores digitales quedaría por fuera y daña totalmente el modelo. “Rappi y las demás plataformas están construidas para brindarles oportunidad de ingresos complementarios a miles de personas y la reforma va en contravía de ese modelo”.
Para Borrero, la reforma propuesta pretende imponer viejos modelos de trabajo y no tiene en cuenta las nuevas realidades de la economía digital.