Una inflación del 13,28 %, la elevada devaluación del peso frente al dólar, las altas tasas de interés, la caída en la inversión y el decrecimiento en la generación de empleo les están comenzando a pasar cuenta de cobro a las empresas que se dedican al desarrollo de proyectos de construcción en Colombia.
Y es que el panorama para las compañías que se dedican a esta actividad económica no está despejado. Según datos de la Superintendencia de Sociedades, con corte al 30 de septiembre de 2022, 458 empresas dedicadas a la construcción (vivienda e infraestructura) están en proceso de insolvencia por la compleja situación del sector.
La cifra de casos llama la atención, ya que el número de procesos de insolvencia ante la entidad viene en crecimiento si se tienen en cuenta los 312 casos del 2019, que subieron a 391 en 2020 y a 432 en 2021, y que podrían superar los 510 registros en el acumulado de 2022.
Otros datos de Supersociedades, al mismo corte, revelan que el número de compañías de este sector que están surtiendo el trámite para su ejecución y liquidación representan poco más de $14.900 millones en activos, reportaron $15.400 millones en pasivos, y en conjunto poseen una planta de personal de 16.322 trabajadores.
Así mismo, los departamentos que registran el mayor número de procesos de insolvencia son Bogotá con 147 casos, Antioquia con 80, Santander con 57, Valle del Cauca con 50, Atlántico con 33 y Bolívar con 15.
Además, de los 458 procesos de insolvencia registrados por la Supersociedades, 79 son por compañías de construcción dedicadas a actividades especializadas para la construcción de edificios y obras de ingeniería civil, 152 a construcción de edificios y 227 a obras de ingeniería civil.
Procesos de insolvencia
Son varios los casos que recrean la crisis que están padeciendo las empresas del sector de la construcción.
Recientemente, la constructora Sociedad Covín se declaró en quiebra, por lo que tuvo que entrar a proceso de liquidación de acuerdo con el fallo de la Supersociedades que la obliga a suspender sus actividades comerciales, así como el embargo y secuestro de todos los bienes, haberes y derechos de propiedad de la empresa que puedan llegar a ser embargados.
Esta empresa es responsable de construir el edificio Atavanza en Medellín, el cual se hizo en una zona de alto riesgo debido a los deslizamientos que se pueden presentar. De acuerdo a la entidad se evaluó la solicitud de Covín y dijo que “llena los requisitos exigidos por la Ley 1116 de 2006 para ser admitida a un proceso de liquidación judicial”.
Entre las razones de la constructora para solicitar ante la Supersociedades el ingreso al proceso de insolvencia están que se encontraba en ese momento sin liquidez lo que derivó en la cesación de pagos, presentaba obligaciones crediticias vencidas y con montos altos, y un nivel de ingresos que hacían insostenible la operación de la empresa.
Otra de las empresas que han sido liquidadas en los últimos meses es Conhime S.A.S., la cual tuvo que someterse a este proceso desde el año pasado por la destrucción total del patrimonio.
Según Billy Escobar, superintendente de Sociedades, el objetivo de la entidad para este tipo de casos es ofrecer una atención prioritaria y oportuna, por lo que se ofrecen fórmulas de solución a las personas naturales y jurídicas que presentan problemas financieros en sus actividades económicas.
Entre las compañías de construcción que entraron en proceso de insolvencia el año pasado se encuentran: Constructora Diana Veronica S A., Construmax S.A., ICM Ingenieros S.A.S., Itec de la Costa SAS, Constructora Ingarcon Limitada, Villa Hernández & CIA SAS, Construequipos & CIA S.A.S. e Ingenieros y Arquitectos Consultores.
Factura al sector vivienda
Según la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, de las 458 empresas del sector que están en proceso de insolvencia reportados en la Supersociedades, poco más de 150 tienen relación directa con el desarrollo de iniciativas habitacionales.
“El taxímetro de los créditos hipotecarios por las altas tasas de interés está afectando la operación de las pequeñas y medianas empresas al momento de desarrollar los proyectos de vivienda, ya que están pagando alrededor del 1,5% mensual de las obligaciones financieras para ejecutarlas obras cuando el margen de utilidad del negocio está entre el 7 % y 10 %, lo que no les permite tener utilidad y que está derivando en la pérdida de recursos de inversión”, explicó Guillermo Herrera, presidente del gremio.
El panorama de las empresas del sector de construcción de vivienda tampoco es alentador ya que, según Fedesarrollo, la disposición de los colombianos a comprar apartamento o casa ha caído un 51 % y los desistimientos de negocios como proporción de las ventas se ubicaron en un 22 %.
Además, el exvicepresidente de la República y exministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, viene advirtiendo que los desembolsos de los créditos hipotecarios se contrajeron en un 28 % en el último año, las tasas de interés pasaron del 11 % al 20 %, reduciendo la capacidad de endeudamiento de los hogares en el país, y el valor de los insumos de la construcción creció a tasas superiores al 40 %, variables que perjudican a las empresas del sector edificador del país.
Vías 4G y 5G en líos financieros por el dólar
Si bien en la estructuración financiera de las concesiones viales la fluctuación del dólar se considera como una variable importante, el actual precio de la divisa ($4,866,50 al cierre de ayer jueves) se salió de las previsiones, poniendo en riesgo la viabilidad de grandes proyectos, y no solo aquellos que se encuentran en ejecución sino los que se adjudicarán.
“Dada la diferencia que resulta de la devaluación del peso en este momento, algunos proyectos no deben estar generando los ingresos necesarios para el pago de los compromisos asumidos y la rentabilidad esperada. Lo anterior, por cuanto la mayoría de las deudas se asumen en dólares y, en el caso de los inversionistas extranjeros, estos plantean su rentabilidad en esta divisa, pero la generación de ingresos del proyecto está ligada al peso”, explicó María Lucía Amador, directora de la firma Mendoza.
