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Nacional
Miércoles 06 de julio de 2022 - 12:00 PM

Por qué restaurantes, hoteles, arriendos y servicios públicos tienen disparada la inflación en el país

La variación mensual del IPC estuvo jalonada por restaurantes y hoteles 1,06% y bienes y servicios para el hogar con 0,96%.

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Suministrada / VANGUARDIA
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El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló que el dato anual a junio de inflación se ubicó en 9,67%, lo cual se convirtió en la cifra más alta del indicador del IPC en 22 años. En materia de dominios geográficos, Cúcuta, Santa Marta y Valledupar tienen la variación anual más alta al alcanzar 13,65%, 13,07% y 11,8%, respectivamente.

Estas ciudades tienen la inflación anual más alta del país, pues se ubican varios puntos porcentuales por encima del consolidado nacional. La capital de La Guajira, Riohacha, y Barranquilla continúan de forma descendente como las ciudades más caras para el mes de junio: alcanzaron 11,29% y 11%, respectivamente.

Otras ciudades importantes de Colombia se ubican por encima del consolidado nacional. Ese es el caso de Tunja (10,79%), Bucaramanga (10,45%), Neiva (9,86), Cartagena (9,83%), Medellín (9,8) y Cali (9,79).

En contra parte hay capitales que están debajo del dato anual del IPC. La capital del país, por ejemplo, arrojó un dato anual de 8,89%, justo detrás de Pasto con 8,85%.

¿Qué está pasando?

El analista económico Germán Machado, docente y magíster en Economía, explica que el resultado de inflación de junio fue exactamente el esperado. Jugaba en contra el efecto base de haber tenido un índice de precios negativo en junio de 2021, que hacía seguro que en este mes aumentara la inflación. Con una inflación de 9,67%, “prácticamente ya se diluyó todo el incremento del salario mínimo en apenas 6 meses. Incluso, en ciudades como Cúcuta, Santa Marta, Valledupar y Bucaramanga, entre otras, la inflación ya es de dos dígitos, borrando completamente el incremento que tuvieron los trabajadores formales”.

Para Machado, la inflación es un asunto de extrema preocupación. Hace que el dinero alcance para adquirir menos bienes y servicios y golpea especialmente a los más pobres. La inflación en Colombia, además, sigue impulsada por el costo de los arriendos, de los servicios públicos y de los alimentos, golpeando con especial dureza a los más necesitados, quienes, además, como tienen empleo informal, no tuvieron incrementos en sus ingresos. La pobreza extrema y la pobreza monetaria en el país están creciendo significativamente por cuenta de la inflación, borrando los leves avances de la recuperación del 2021.

“Finalmente, contrario a lo que se esperaba hace unos meses, no es claro que la inflación vaya a iniciar inmediatamente un descenso. Algunos factores internacionales como los costos logísticos parecen estar cediendo, pero el nerviosismo sobre una cada vez más probable recesión económica global presiona al alza el dólar, encarecen los productos importados, aumentan costos locales de producción y presionan la inflación al alza. Además, los eventuales incrementos de los precios de los combustibles aumentarán los costos de transporte de carga y pasajeros y serán un elemento adicional para mantener la inflación alta”.

Puntualizó que Colombia está teniendo una política fiscal que gasta a manos llenos, una política monetaria que sigue siendo expansiva y un acelerado ritmo de crédito de consumo que no es saludable. La combinación de estos elementos mantendrá la inflación entre el 9% y el 10% durante el resto del año.

Elementos de análisis

Según Matero Rivera, magíster en Economía y analista económico, el Índice de Precios al Consumidor de junio refleja varios elementos importantes: en primer orden, los alimentos durante el primer semestre 2022 registraron un incremento cercano al 16%, resultado que se debe en gran medida a un escenario internacional desfavorable como resultado de la crisis logística y la invasión rusa a Ucrania, de igual forma para el caso colombiano, particularmente, en lo relacionado con alimentos procesados y proteína blanca, “hoy en día seguimos pagando los estragos generados por los bloqueos de mayo 2021”.

Por otra parte, el IPC general tiene varios mensajes alarmantes, de acuerdo con Rivero, desde la perspectiva anual el indicador sigue convergiendo hacia la temida cifra del 10% con sus respectivas implicaciones como un mayor endurecimiento de la política monetaria. Para el caso de la medición año corrido (enero- junio), básicamente, refleja que durante el primer semestre del presente año, los trabajadores han perdido cerca del 70% de poder adquisitivo asociado al incremento del salario mínimo, “por lo tanto es necesario revisar la implicaciones de los incrementos desmesurados en los salarios, especialmente cuando los más pobres son los más afectados vía incrementos en los precios”.

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Publicado por Redacción Economía

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