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Negocios
Viernes 01 de abril de 2022 - 12:00 PM

Liderazgo, el as para el éxito empresarial

Empatía, adaptación y flexibilidad solo son algunas de las habilidades que deben tener los líderes actuales. La imposición, el irrespeto e infundir miedo son acciones mandadas a recoger para aquellos que buscan motivar los equipos de trabajo del siglo XXI.

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Banco de Imágenes / vanguardia
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Los días en que los gritos, la imposición de órdenes y el irrespeto en algunas oficinas eran el común denominador para entregar “buenos” resultados, han quedado en el pasado. Hoy, en la era digital y la nueva normalidad, estos comportamientos son rechazados por los equipos de trabajo, quienes son cada vez más empáticos y receptivos al buen trato para ser sostenibles en su desempeño.

“Un líder debe tener la capacidad de inspirar y persuadir. Hoy en día, además de evaluar el conocimiento técnico, se evalúa la capacidad de adaptación y competencias socioemocionales que permitan orientar al equipo en el logro de sus objetivos personales y corporativos. Un líder ya no se posiciona por un modelo de autoridad, es un referente a seguir que debe guiar al equipo desde la convicción. Otras características importantes deben ir orientadas al tema digital, planificación de tiempos, manejo de agenda, reuniones y metodologías ágiles”, afirma Sandra Díaz, business Manager Temp & Perm GI Group Colombia.

¿Buen liderazgo?

Diferentes casos de mal liderazgo y hasta acoso se han presentado, el más reciente se viralizó en redes sociales y mostró un comportamiento poco profesional de un jefe y propietario de una empresa, que maltrataba verbal y psicológicamente a sus colaboradores. De ahí que expertos expliquen cómo estos comportamientos afectan el desempeño de toda la organización.

“La ley 1.010 de 2006 es muy específica para determinar cuándo se considera que hay conductas de acoso laboral. Lo primero es que el líder conozca muy bien la ley, puesto que hay comportamientos ‘sutiles’ pero que si son reiterativos pueden constituirse como acoso, por ejemplo, obstaculizar el trabajo de alguien al no darle las herramientas o información necesaria. Por supuesto, las faltas de respeto que pueden ser directas o indirectas, tratar a alguien con indiferencia, sobre cargarlo de trabajo, en fin”, explica Natalia Camacho - líder de Consultoría Talent Strategy en Mercer.

Pero ¿cómo evitar estos comportamientos? De acuerdo con los expertos, una comunicación clara, respetuosa y honesta con el equipo contribuye a un buen ambiente laboral. Distribuir el trabajo de manera equitativa, atender los conflictos asertivamente, generar ambientes relacionales, celebrar logros, darle un propósito al grupo y comunicarle claramente las reglas del funcionamiento corporativo es fundamental.

“Clave diferenciar el infundir miedo a infundir respeto, desde el miedo el jefe, porque no es líder, puede pasar esa línea de acoso. Aconsejo que con cada planeación estratégica se valore el equipo para que frente al rol que cada uno desempeña pueda asegurar que cuenta con las competencias y las fortalezas humanas (‘soft skills’) para realizar su tarea. Una buena gestión de los recursos humanos es un gana-gana”, dice Andrea Villamizar, CEO y fundadora de Grupo de Soluciones Horizonte.

¿Y las habilidades?

Y es que en esta, la era digital, el liderazgo no se impone, el buen líder es alguien que se conoce bien a sí mismo y se autogestiona, es quien guía para alcanzar resultados. “Es importante que tenga capacidad de empatía, adaptación y flexibilidad. Poder extraer lo mejor de cada uno de los talentos del equipo e impulsar la innovación en un ambiente inclusivo y diverso. Liderar a través de ejemplos diarios, honestidad y comunicación concisa construye relaciones de confianza. Donde hay confianza, hay colaboración sin necesidad de imponerse”, destaca Denise Franciscato, head of people de 123Seguro.

Los expertos concuerdan en que la figura de un jefe y un líder es totalmente diferente, debido a que mientras el primer obtiene resultados a corto plazo, muchas veces por el miedo que infunde en sus colaboradores, el segundo actúa de manera sostenible, con coherencia, generando resultados que se consolidan a largo plazo por medio de la inspiración que genera como cabeza de equipo.

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Publicado por Paola Reyes Bohórquez

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