Vientres de luto es una propuesta de la artista Grecia Quintero que invita a otras creadoras a plasmar la exigencia del respeto por la vida de sus hijos.
La artista Grecia Quintero trabajó en proyectos de memoria que implicaron desarrollar estrategias del arte para implementar con comunidades.
Antes, mientras iba construyendo su proyecto como artista y su vida, libró un proceso interno que la llevó a reconocer su ser como mujer.
Y todo ese proceso fue base para su trabajo con las mujeres víctimas del conflicto.
Su proyecto “Vientres de luto” parte del reconocimiento de cómo esta violencia armada en el país, que en la última semana ha cobrado la vida de niños, niñas y adolescentes, duele a las mujeres que por voluntad han tenido a sus hijos. La violencia se los arrebata, les deja el vientre dolido.
Nace el proyecto
Quintero, quien es mamá, decidió hacer una primera publicación de su vientre, intervenido artísticamente, para ofrecer una reflexión sobre el tema, para mostrar la angustia que siente de criar a sus hijos en medio de la violencia.
La respuesta de otras mujeres artistas fue contundente: algunas pidieron sumarse y otras fueron invitadas directamente por Quintero.
Desde aquí nace el proyecto “Vientres de luto”: “Somos nosotras quienes, en este momento, tenemos que defender la vida que hemos dado por elección”.
La artista abrió entonces un perfil en Instagram desde donde postea los aportes que recibe de otras artistas.
Es así que el objetivo de esta propuesta es ofrecer una declaración: las mujeres artistas están en contra de la guerra.
La voz de las mujeres
Quintero explica que las historias de las mujeres se están encontrando. Dice que hay mujeres que han tenido que recorrer un largo camino para emancipar su voz y han tenido que recorrerlo en soledad.
Dice también que hay mujeres que han estado muy bien acompañadas, que han aprendido desde jóvenes la sabiduría de sus abuelas, mamás, tías, y que han transitado un camino mucho menos difícil.
Y hay otras que no han tenido siquiera la posibilidad de alzar su voz. Es ahí donde entra el arte.
“En el arte, cuando las mujeres empiezan a hablar de género en sus propuestas, lo que logran es generar un eco e inmediatamente esas mujeres que siguen con miedo van a poder identificarse”, explica la artista.
Y agrega que “mientras más mujeres podamos hablar de nuestras experiencias, señalar aquello con lo que no estamos de acuerdo, compartir lo que hemos aprendido, podemos ayudar más a las mujeres que están en ese tránsito. No quiere decir que todas las obras vayan a hablar de género, pero todas nuestras obras siempre tienen un aporte desde ahí: desde los materiales, desde los elementos”.
La artista explica que su gran expectativa con su proyecto es que siga solo, que se eleve de su autoría y se convierta en una propuesta del colectivo.
