Los problemas o las circunstancias difíciles por las que atraviesa suelen perturbar su corazón y, en cierta medida, ellos le impiden mantenerse sereno y con los pies en la tierra. Pese a ello, no debe permitirse el lujo de que los sinsabores de la vida lo saquen de casillas.
No se desespere ni se preocupe más de la cuenta. Téngase fe y comprobará que nada en la vida es irremediable, ni insustituible.
Adquiera mayor seguridad en todos sus actos y verá cómo ella influirá positivamente en su cotidianidad.
Así las cosas, deberá mantener siempre una buena disposición de ánimo para procurar su propio bien y el de los demás.
Su tranquilidad, tanto en la mente como en el corazón, retornará a su vida si realmente procura su desarrollo espiritual.
Y más allá de sus creencias religiosas, siempre será bueno acercarse a Dios para pedirle claridad, serenidad y protección.
Lo anterior implica sinceridad y humildad para reconocer sus limitaciones y buscar una real conexión celestial.
Y en ese sentido, es fundamental descubrir el enorme poder de la oración, siempre que ella sea sincera y nazca del corazón.
No lo digo yo, lo han pregonado todos los grandes maestros de siempre, al decir: “Busque el Reino de Dios y todo lo demás se os dará por añadidura”. Cuando lo haga, se resolverán todos los problemas personales.
Una sana aclaración: la búsqueda de Dios no se limita a las prácticas religiosas o rituales externos. Es importante dedicar tiempo a la reflexión interior, meditación y autoconocimiento. A través de esta introspección, usted sabrá cómo puede nutrir su relación con lo divino.
Acercarse a Dios implica buscar la verdad en su mundo y en el entorno que le rodea. La búsqueda de la verdad lo acerca a una comprensión más profunda de lo divino y lo ayuda a vivir de acuerdo con sus principios y valores.
Jamás se aleje del Señor. Se lo sugiero porque, casi siempre, cuando se ve en problemas, a usted se le puede hacer difícil calmarse. Acérquese a Él y busque la iluminación y la guía del Espíritu Santo.
Sea optimista con respecto a las cosas de su día a día, porque de la venia de Dios, el universo y la Divina Providencia le van a enviar un torrente de energía, que hará que entre en una etapa muy importante de su vida, que podrá ser fuente de felicidad, para usted y para las personas que le rodean.
Lo más importante es cultivar una conexión personal y auténtica con el Creador, y permitir que esa conexión guíe su vida hacia la paz, su propósito y la plenitud.
Finalmente, tenga presente que la felicidad que tanto ha buscado está muy cerca de usted y tiene la gran tarea de descubrirla desde lo más fondo de su ser.
BREVES REFLEXIONES
* No es necesario que vaya por todos lados contándoles a los demás sus anhelos. ¡Mantenga la intimidad de sus sueños y cuide sus objetivos! Puede parecer un poco egoísta, pero la gran realidad es que sus metas le pertenecen y lo que menos requiere es tener al lado a gente ‘saboteando’ sus proyectos.
* Cuidado con quienes se desahoga: hoy son oídos, mañana pueden ser lenguas. ¡Pilas con los chismosos! Muchas veces usted se cruza con personas que parecen tener demasiado tiempo disponible para observar lo que hace. Y y no sólo eso, también se especializan en ser un ‘radar’, con el que deforman todo.
* Más allá de las circunstancias, la actitud que asuma juega un papel central para superar los problemas; por ello es importante ser una persona propositiva. Diríjase hacia la acción, pero no de manera precipitada, sino de la mano de la reflexión, entre otras cosas, para llegar a conclusiones correctas y a soluciones viables.
EL CASO DE HOY
Testimonio: “¿Qué tanto cree usted en la intuición? Se lo pregunto porque soy un hombre joven y no sé si dejarme llevar por ella para tomar una decisión que puede ser clave en mi vida. ¿Será que sigo el impulso de mi corazonada?”.
Respuesta: La intuición es esa sutil capacidad que le hace inclinar la balanza hacia un lado. Aunque usted no me da detalles de lo que le dice dicha ‘corazonada’, considero que al menos debe prestarle la debida atención.
La verdad es que yo no le puedo garantizar que al hacer eso vaya a tomar la decisión más exitosa.
No obstante, lo que sí debe saber es que, al seguir su intuición, actuará de acuerdo con su esencia, sus valores, sus emociones y sus percepciones.
Le podría decir que, con la intuición, dará un valioso paso al equilibrio interior. Así las cosas, tomar la decisión que su intuición le está sugiriendo no sería del todo una mala idea.
Crea en la validez de lo que siente su corazón. Ese latido, tal y como lo dicen las Sagradas Escrituras, suele ser la vía mediante la cual Dios se comunica con usted; además le sirve para orientarse mejor en el camino de su vida.
Le sugiero tener siempre a mano una libreta y un lápiz para que, como lo aconsejan los psicoanalistas, no deje escapar ninguno de sus sueños ni de sus sanos presentimientos, porque ellos le aparecerán en el momento menos esperado.
También debe estar atento, porque la intuición suele hablarle de manera simbólica, pero siempre de manera acertada y segura.
Tranquilo, nada malo le va a ocurrir. ¡Téngase fe y tenga claro que Dios siempre permanecerá a su lado!
Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.
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