“Estaba a punto de rodar la secuela de ‘X-Men’ y recibí una llamada de mi agente preguntándome si estaba interesado en ser James Bond. En aquel momento me parecía que los guiones se habían vuelto demasiado irreales, demasiado locos, y en mi opinión necesitaban ser más realistas y crudos. Pero me respondieron que yo no tendría ni voz ni voto, que lo único que tenía que hacer era aceptar el papel. También me preocupaba que entre Lobezno y James Bond, no me quedara tiempo para hacer nada más”, explica el actor en una entrevista a Variety.
Cuando los productores encontraron a su nuevo espía británico y relanzaron la franquicia con ‘Casino Royale’, lo hicieron presentando a un Bond mucho más humano, atormentado por su pasado y su lado más oscuro, lo cual era irónicamente el giro que Jackman había propuesto darle a la historia.