Durante los últimos tres años, Facebook ha estado realizando estudios sobre cómo su aplicación para compartir fotos y videos, Instagram, afecta a sus millones de usuarios jóvenes.
En repetidas ocasiones, los investigadores de la compañía encontraron que Instagram es perjudicial para un porcentaje considerable de ellos, sobre todo las adolescentes.
“Hacemos que los problemas de imagen corporal empeoren en una de cada tres adolescentes”, fue una de las conclusiones de la investigación que se realizó en 2019 y que una exempleada acaba de filtrar al Wall Street Journal.
“Los adolescentes culpan a Instagram por los aumentos en la tasa de ansiedad y depresión”, fue otro de los resultados.
Además, la investigación señaló que muchos de ellos han tenido pensamientos suicidas.
¡Es algo terrible!
Cuánto deben sufrir las jóvenes, y por supuesto, también algunos varones, al sentir que su apariencia física es insuficiente para ser valorados en esta red social y, por tanto, en su vida.
Sin embargo, no muchos parecen estar dispuestos a dejarla.
“Creo que es cierto que nos sentimos más presionadas a estar lindas”, cuenta Johanna, una adolescente bumanguesa de 15 años, “pero también hay personas ahí mismo, en Instagram, que tienen mensajes positivos sobre lo que es ser jóven y ser mujer y que nos ayudan a sentirnos empoderadas”.
Aún así, la información es demasiada.
“Veo muchos reels”, explica Carolina, de 16 años, “algunos son buenos para las jóvenes porque nos invitan a ser emprendedoras y a prepararnos, pero también hay muchísimos videos que promueven al “sugar daddy” y que hacen bromas sobre cómo somos con los hombres”.
Carolina se refiere a las cuentas que hacen mofa de los estereotipos que les asignan a las mujeres, como ser interesadas o tontas.
Sin embargo, tratar de evitar que los jóvenes estén en las redes sociales o hacer de cuenta que nada pasa es una forma de hacer que el problema siga creciendo.
La psicóloga Laura García explica que “el mayor enemigo para la educación es el miedo. El miedo nos hace mirar para otro lado y no querer ver lo que está pasando delante de nosotros. Como padres, estamos obligados a educar a nuestros hijos y perder el temor al uso de la tecnología. Para lograrlo, el mejor arma que tenemos es la información. Conocer y comprender, para educar”.
Es por eso que la experta explica qué es importante que los padres sepan qué es lo que pasa y cómo pueden explicarlo a sus hijos e hijas.
“Los padres siempre son el mejor control parental de un hijo si se le educa y enseña para que disfrute estas grandes herramientas que tiene a su disposición de forma sana y constructiva. Y, por supuesto, ante la más mínima sospecha de la existencia algún trastorno, animo a solicitar ayuda de un experto en adolescencia”, explica García.
La realidad de Instagram: más allá de los datos
Hemos conocido algunos datos interesantes de esta plataforma que nos acercan a la realidad de Instagram desde un punto de vista más bien objetivo. Pero, ¿qué ocurre con lo que muestran los usuarios en Instagram?
La psicóloga Laura Ruíz explica que “más allá de las marcas y la publicidad, la mayoría de los usuarios utilizan esta plataforma para compartir contenido de su vida (ya sea íntima o no), contenido divulgativo o académico, reflexiones y textos, conocer gente, etc. Acceder a la plataforma nos hace observar diariamente, y no sin cierto asombro, las aparentes vidas perfectas que muestran la mayoría de usuarios (o al menos, que parece mostrar todo el mundo)”.
La experta señala que lo que está claro es que, cada vez más, hay personas que utilizan esta y otras redes sociales para “mostrar (y demostrar) su felicidad de forma constante, pero muchas veces la realidad de Instagram dista mucho de la realidad auténtica. Piénsalo por un momento: cuando te sientes feliz de verdad, ¿tienes la necesidad de mostrarlo en las redes sociales tienes suficiente con disfrutar el momento?”.
¿Cómo influyen las redes sociales en la imagen corporal?
La psicóloga María Vélez explica que las redes sociales, como Instagram, además de ser un espacio de entretenimiento, constituyen un espacio para la expresión de emociones y la autopresentación.
“Las autopresentaciones se definen como cualquier comportamiento dirigido a la creación, modificación o mantenimiento de la impresión de nosotros mismos para los demás. Así, en una app como Instagram, nuestra autopresentación se genera mediante la exposición de fotos propias, dándole una gran importancia a la apariencia física”, explica la experta.
Vélez señala que se ha encontrado que los efectos de Instagram en cuanto al propio esquema corporal y la comparación que hacemos con el resto dependen de la autoestima. Así, las personas que cuentan con una buena autoestima serán menos vulnerables a los efectos de esta comparación.
“Por otro lado, en cuanto a la objetivación del cuerpo, parece que la ideología feminista actúa como un factor protector. En este caso, las mujeres con ideas feministas prestan menos atención a la repercusión de la imagen que proyectan”, señala la psicóloga.
En una investigación promovida desde Facebook se encontró que la plataforma era un lugar “tóxico” para muchos jóvenes, principalmente, para las mujeres. Según la investigación, publicada por The Wall Street Journal, el 32% de las adolescentes encuestadas dijeron que cuando se sentían mal con su cuerpo, Instagram las hacía sentir peor. ¿Qué dicen los expertos y cómo explicarles a las jóvenes?