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Martes 05 de enero de 2021 - 12:00 PM

Joyas: de Santander a Nueva York, la historia de éxito de las hermanas Gloria y Fabiola Fontecha

Con una visión clara desde el momento en que nació la marca, Gloria y Fabiola Fontecha soñaron que Florence by Mocazza se abriría camino en Nueva York. El año pasado, en pandemia, recolectaron los frutos de dos años de trabajo juicioso y llegaron a la Gran Manzana.

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Los diseños del emprendimiento santandereano Florence by Mocazza que brillan en Nueva York. Fotos: suministradas/VANGUARDIA
Los diseños del emprendimiento santandereano Florence by Mocazza que brillan en Nueva York. Fotos: suministradas/VANGUARDIA

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Los diseños del emprendimiento santandereano Florence by Mocazza que brillan en Nueva York. Fotos: suministradas/VANGUARDIA

A principios del siglo pasado, las mujeres solían usar las joyas como un regalo que representaba su valía e importancia para la persona que las obsequiaba.

Tras todo un siglo de grandes cambios, son ellas quienes cada día más compran sus propias joyas como una forma de reafirmarse y conectar consigo mismas.

Las joyas tienen un significado especial para quien las usa y son capaces de resaltar la belleza natural de una mujer y de guiarla por el camino que quiera emprender.

Es por eso que durante la pandemia las ventas de joyería fina se recuperaron mucho más rápido, aumentando casi un 10% en agosto del año pasado, respecto al mismo mes en 2019, según cifras de Edahn Golan Diamond Research & Data.

Y este afortunado desenlace para el mercado de las joyas fue aprovechado por dos emprendedoras: Gloria y Fabiola Fontecha, quienes desde el comienzo de Florence by Mocazza, hace dos años, albergaron la idea de llevar sus creaciones desde Santander hasta Nueva York.

“La gente en Estados Unidos tenía cierta necesidad de comprar algunas cosas, ya que estaba tan limitada para salir”, explica Gloria Fontecha.

Y entre esas cosas estaban las joyas, que resaltan el valor imperecedero de las piedras preciosas.

Con el paso de los meses, ya Nueva York abrió sus puertas al consumo y éste fue recuperándose.

Para lograr la calidad que exige este mercado, Gloria y Fabiola consultaron con una experta en venta de joyería de alta gama, dieron a su producto características claves que lo distinguen de los demás y contactaron con una boutique neoyorquina.

Y así Florence by Mocazza dio el salto a la Gran Manzana.

Gloria Fontecha nos cuenta sobre las claves de producto y cuáles son las tendencias en joyas para 2021.

Gloria y Fabiola Fontecha.

Brillar en Nueva York

Para destacar en Nueva York se necesita un elemento (¡o varios!) que hagan la diferencia entre otras joyas del mercado.

Con esto en mente, Florence by Mocazza trabajó desde su inicio para crear joyas especiales que se ganaran el corazón de los neoyorquinos y, por qué no, en general de los estadounidenses.

Es así como Gloria y Fabiola desarrollaron tres cualidades para sus creaciones: uno de ellos es el broche magnético.

“En todos los collares el broche es magnético, con imanes, entonces tú los puedes intercambiar los dijes y hacer ‘match’ con los collares para mantenerte muy versátil”, explica Gloria.

Otro toque diferenciador para la marca radica en las piedras preciosas: “la piedra representa una ayuda para fortalecer o potenciar las habilidades y la personalidad. Por ejemplo, el cuarzo rosado para el amor”, cuenta.

Sus piedras son genuinas y por eso la selección del proveedor fue muy meticulosa.

Finalmente, un tercer diferenciador, quizá uno de los más importantes, es que las joyas de Florence by Mocazza son hechas a mano.

“Los collares tiene el sistema de trenzado a mano con hilo y también en cuero por artesanos de Bucaramanga. Encontramos una artesana con quien desarrollamos el anudado a mano. Los broches también son hechos aquí en Bucaramanga por joyeros de la zona”.

¿Cómo se abrieron paso en la pandemia y cómo está el mercado en Estados Unidos?

“Realmente es raro decirlo, pero fue de gran ayuda porque trabajamos muchísimo en pandemia. Fue un trabajo súper largo, pero muy bonito”, cuenta Gloria.

Explica que en ese tiempo de confinamiento se dieron la oportunidad de ajustar algunos detalles y así empezar a comercializar con la boutique en Nueva York, un trabajo del que se encarga Fabiola, quien vive hace 15 años en Estados Unidos.

“Fue fuerte, entre ser mamás, las dos tenemos hijos, con ellos en casa, ayudándoles en sus obligaciones y trabajando mucho, pero lo logramos”, concluye Gloria.

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Publicado por Redacción Galería

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