La dieta mediterránea ha sido reconocida en 2023 como la mejor del mundo por sexto año consecutivo, de acuerdo con las clasificaciones que elabora U.S. News & World Report, prestigiosa revista estadounidense líder en temas de salud.
El menú del soleado Mediterráneo también ocupó el primer puesto en las categorías de mejor dieta para comer sano y mejor dieta basada en plantas, según el reporte. De allí que se posicione como la mejor dieta a seguir este año.
Incluso la dieta mediterránea ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
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Cabe señalar que es un tipo de alimentación rica en aceite de oliva, frutas, verduras, frutos secos, hierbas, cereales integrales y legumbres. Mientras que el yogur, el queso y las fuentes de proteínas magras como el pescado, el pollo o los huevos así como las carnes rojas y procesadas sólo se consumen en pequeñas cantidades.
Según U.S. News & World Report, con una puntuación de 4,6 sobre 5, numerosos estudios han demostrado que este patrón alimentario, que cuenta con el Aove como uno de sus productos estrella, reduce el riesgo de ciertas afecciones de salud crónicas, como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2, al tiempo que promueve una vida más larga y una mejor calidad de vida.
La clave de esta dieta es que generalmente proporciona una combinación equilibrada de nutrientes y proteínas adecuadas, por lo que normalmente no hay riesgos significativos asociados con seguirla.

La dieta mediterránea ha tenido un gran impacto, precisamente en la salud de las personas y en el peso, lo que la ubica en la base la pirámide en términos nutricionales por la presencia de frutas, verduras, frutos secos, semillas y carnes blancas, asegura en ese sentido Angélica García, experta en el tema, deportóloga y docente de la Universidad de La Salle.
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La ciencia también ha demostrado sus bondades.
La especialista explica a Vanguardia que estudios indican que la dieta mediterránea es catalogada como una dieta antiinflamatoria, ya que los alimentos que están incluidos en ella ayudan a disminuir una inflamación en el cuerpo, pero no de tipo agudo como un golpe por algún traumatismo, sino a nivel crónico que se prolonga con el tiempo y es la causante de enfermedades.
Igualmente se refiere al imprescindible uso de aceite de oliva extravirgen en estas preparaciones, “el cual deberíamos buscarlo en las diferentes cadenas de hipermercado, o en lo posible que sea así con esa denominación y en las siglas”.
Más allá de seguir una dieta, García destaca que hay que tener hábitos de vida saludables encaminados en la alimentación, la actividad física, y las buenas relaciones interpersonales que aumenten la calidad y la expectativa de vida.
Ingredientes
4 tomates medianos jugosos
1 pepino pelado
1 pimentón verde, sin hueso
Aceitunas
kalamata
1 cebolla roja mediana
1 pizca de sal
4 cucharadas de aceite de oliva
1-2 cucharadas de vinagre de vino tinto
8 onzas de queso feta
½ cucharada de orégano
Preparación
Cortar los tomates en trozos y el pepino, parcialmente pelado, por la mitad, luego cortar en mitades gruesas. Seguidamente, cortar finamente el pimentón en anillos y la cebolla roja a la mitad y en rodajas finas.
Colocar todo en un plato de ensalada grande y añadir un buen puñado de aceitunas kalamata picadas. Sazonar ligeramente con sal, verter el aceite de oliva y el vinagre de vino tinto.
Revolver suavemente para mezclar todos los ingredientes, con mucho cuidado; esta ensalada no está destinada a ser manejada demasiado.
Finalmente, añadir los pedazos de queso feta en la parte superior. Espolvorear con el orégano seco y servir con pan crujiente.
