Michi es un gatito que dejaron abandonado al lado de mi casa. Las personas encargadas de él solo se fueron y lo dejaron allí”, cuenta María Fernanda Peña Zalazar, una ciudadana que ha decidido ayudar a darle un mejor futuro a este gato callejero.
“Desde ese día él venía a llorar pidiendo comida y buscando donde dormir, no pude de la tristeza y empecé a ofrecerle alimento, se desaparecía varios días y volvía, daba vueltas por el barrio y una que otra vez llegaba herido o mojado” narra Peña Zalazar.
Cuenta que un día llegó en terrible estado, con la oreja abierta y los ojos a medio cerrar. No quiso recibir alimento, lo cual indicaba su mal estado. En medio de la desesperación decidió llevarlo al veterinario a pesar de no tener los recursos necesarios para hacerlo.
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“Al llegar allí solo me daban cifras y no le ponían nada para ayudarle de inmediato. Empecé a compartir sus fotos y unas personas de Facebook me dieron para hacerle la curación en su oreja. Seguí difundiendo el mensaje, y conseguí lo de la consulta y antibióticos para controlar su dolor y cualquier tipo de infección, empecé a darle pepas con paté de gato ya que le faltan dientitos y no puede comer muy bien”, explica Peña Zalazar.
Ya después de varios días su estado físico mejoró, dejó de perderse en las calles y comenzó a usar un arenero que ella puso a las afueras de su casa. Más adelante una persona le obsequió una cama. Le pusieron un collar para que se identificara cómo perteneciente a un hogar.
Ahí fue cuando Peña Zalazar decidió verificar si su salud estaba en óptimas condiciones después de lo que le sucedió en la oreja. Pero lamentablemente en la última consulta se enteraron de que Michi sufre de leucemia. Una enfermedad que en los gatos no tiene cura, pero sí se puede vivir con esto.
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Cuando un gato tiene leucemia no puede compartir con otros gatos, es por esto que Peña Zalazar no ha podido ingresar a su hogar a Michi. Pues ya es dueña de otros gatos y se pueden contagiar.
A excepción de esto, Michi es un gato completamente normal y es una enfermedad solo de felinos, lo que quiere decir que no afecta perros, ni personas. Solo se recomienda en estos casos tener mucho cuidado y no permitir que salga de la casa.
“Es cuestión de darle amor y alimentos buenos para su salud. Se le está realizando una medicación para dejarle su sistema más estable ya que venía de vivir en la calle con ningún tipo de cuidado de hogar”, dice Peña Zalazar.
Y afirma que “hoy en día el gato Michi juega, se deja acariciar y alzar. Es un ser muy consentido, amoroso y juicioso”. Y agrega que “realmente lamento tener que hacer esto, pero merece más atención y cuidado incluso que la que yo le he brindado y una casita llena de amor y comida”.
Peña Zalazar recalca que “la persona que decida abrir las puertas de su casa a Michi se enamorará de él, tiene mucha personalidad, es un gato pequeño dentro de un cuerpo de gato adulto”.
Si usted está interesado en adoptar o donar algo para mejorar la condición de vida de este gato, puede comunicarse con María Fernanda Peña Zalazar al número 317 588 1257. Ahí ella le dará toda la información que necesita para poder ayudar.