Taila Maddison nunca sospechó nada de su cliente, al parecer se hacía pasar por otra persona ajena a ella, y no solo veía lo que ella publicaba, sino que hacía pedidos de contenidos eróticos muy particulares.
La modelo Talia Maddison contó en Tiktok que su padrastro no solo era suscriptor desde hace mucho tiempo, sino que gastó miles de dólares en su contenido y, a menudo, le enviaba mensajes.
“Hablábamos todos los días. Hizo solicitudes personalizadas para cosas muy específicas”, dijo en un video de TikTok.
“Este hombre había estado en mi vida desde que tenía 11 años y gastó 2.000 dólares en contenido personalizado (y) en cada video que envié”, agregó en otro video .
Maddison dice que sospechó cuando alguien de su OnlyFans vio uno de sus TikToks con el mismo nombre de usuario. Ella dice que era un nombre “muy específico” y TikTok le dijo que tenía el número de teléfono del usuario en su lista de contactos.
“Lo reduje a seis personas, y una de ellas era mi padrastro”, dijo. “Seguí mi instinto, envié un mensaje a la cuenta del sitio web y dije: ‘Sé quién eres’, y en dos minutos recibí un mensaje de texto de mi padrastro que decía: ‘Oye, Tai, ¿podemos hablar?’ “
“Le arruiné el matrimonio a mi madre. No me planteé contar esta historia en TikTok, pero aquí estamos. Cuando comencé en esta web, tenía un cliente que era mi número uno, compraba todo lo que enviaba, era prácticamente mi mayor fan desde el principio”, confesó.
“Cuando lo atrapé, se lo negó a todos sus amigos y, obviamente, mi mamá se deshizo de él de inmediato”, reveló en la segunda parte.
“Pero, sí, si quieres hablar sobre el trauma familiar, mi padrastro me vio tener sexo con mi pareja durante dos meses”.
Si bien la estrella de OnlyFans no reveló cómo fue su conversación, sus seguidores parecían sentir curiosidad por las solicitudes personalizadas que había hecho.
Talia finalmente subió un tercer video para explicar con más detalle todas las cosas que él le pidió mientras mantenía su identidad en secreto.
“Uno de ellos fue ver la ropa interior que usaba todos los días”, dijo. Y mientras ella trabajaba cinco días a la semana, él le pedía que tomara fotos y videos en los baños de donde sea que estuviera.
“También me pidió que cuando filmaba contenido en solitario en casa no lo hiciera en el baño o en la ducha. Siempre quiso que fuera en mi cama o en el piso de mi habitación”. Luego señaló que esos eran lugares a los que él siempre tenía acceso.
