En redes sociales han denunciado públicamente a varias personalidades nacionales por acoso sexual, pero el caso más reciente es el de Víctor de Currea-Lugo.
El reconocido médico especialista en Derechos Humanos ha sido implicado en ya siete casos de acoso sexual cuando fue profesor tanto de la Universidad Javeriana como de la Universidad Nacional.
La Corte Constitucional señala en su sentencia T-400-22 que hay que proteger los derechos de quienes denuncian acoso sexual, pero expertos señalan que más allá de la ley, es necesario cambiar la cultura.
“Estamos muy acostumbrados a una cultura donde a los hombres se les enseña a “perseguir” a las mujeres y a ellas a asumir una actitud pasiva, por lo que no siempre está clara la línea entre el acoso y el coqueteo, pero esos límites sí existen”, señala la psicóloga Amalia Rueda.
Por su parte, la abogada Liliana Páez explica que “el delito de acoso sexual está penalizado mediante Ley 1257 de 2008 y ha sido objeto de pronunciamiento de fondo en dos ocasiones por parte de la Corte Suprema de Justicia, la más reciente en 2018. La Corte determinó que el acoso sexual es un acto verbal o físico que implica acciones, tocamientos, señas o conductas de naturaleza sexual y que no constituyen un delito más grave. Se trata, además, de conductas no consentidas que buscan un favor sexual en beneficio propio o de un tercero y tiene una pena de entre uno y tres años de cárcel”.
Sin embargo, no es fácil denunciar el acoso, porque muchas de las personas que acosan se autodenominan “intensos” o “intensas”, o adjudican sus frases y acercamientos incómodos como simple “coqueteo”.
¿Dónde está la línea? Expertos le cuentan.