Los celos se definen como una emoción que combina sentimientos como inseguridad, miedo y ansiedad ante la posibilidad de perder algo o alguien que consideramos valioso. Según la psicóloga Andrea Bonior, “los celos son una respuesta emocional natural, pero se vuelven problemáticos cuando se transforman en una obsesión que interfiere con otras áreas de nuestra vida”.
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Los celos son patológicos cuando los síntomas se vuelven crónicos y debilitantes, llevándonos a comportamientos extremos como el espionaje, la posesividad excesiva y la manipulación emocional. Algunas señales de alarma incluyen:
Constantes acusaciones sin fundamentos.
Obsesión por saber cada detalle del día de la otra persona.
Aislamiento social provocado por los celos.
Imposibilidad de sentirse seguro sin pruebas constantes de lealtad.
1. Espiar las redes sociales
Según expertos, la revisión constante de las redes sociales de tu pareja no hace más que alimentar la inseguridad y la desconfianza. El doctor Gary Lewandowski, especialista en relaciones de pareja, afirma que “espiar a tu pareja en las redes sociales equivale a una invasión de la privacidad y demuestra falta de confianza”.
2. Compararte con otros
La comparación constante con otras personas solo alimenta los celos y erosiona tu autoestima. La psicoterapeuta Rachel Sussman sugiere “centrarse en fortalecer la relación y la confianza en uno mismo en lugar de compararte con terceros”.
3. Tomar decisiones impulsivas
Tomar decisiones impulsivas como terminar la relación o lanzar acusaciones sin fundamento puede tener efectos devastadores. “Las decisiones impulsivas raramente son productivas y usualmente causan más daño”, indica la psicóloga Andrea Bonior.
4. Guardar rencor
El rencor acumulado no soluciona el problema, sino que lo intensifica. Es crucial abordar los problemas de forma abierta y sincera. “La comunicación es clave para resolver las inseguridades que alimentan los celos”, añade Sussman.
5. Manipulación emocional
Utilizar los celos para manipular a tu pareja con el fin de obtener algo a cambio es un comportamiento tóxico que puede terminar dañando la relación. “La manipulación no tiene lugar en una relación saludable”, dice Lewandowski.
Los celos son una emoción compleja que todos experimentamos en algún momento. Sin embargo, es crucial aprender a manejarlos de forma saludable para evitar daños en nuestras relaciones y bienestar emocional.