Según el observatorio de ciencia, tecnología e innovación, Colombia cuenta con 13.000 científicos registrados, de los cuales el 30 % son mujeres.
Además, las mujeres representan solo el 28 % de los graduados en Ingeniería y el 40 % de los graduados en Ciencias de la Computación e Informática.
Sin embargo, hay una razón de peso para estas cifras, y no es que a las mujeres no les guste la ciencia o la tecnología: lamentablemente son los prejuicios sobre cuál debería ser el rol de la mujer en la sociedad, las barreras para continuar con sus estudios y la presión encargarse de la familia son los motivos para que este tipo de situación se presente.
La Asamblea General declaró el 11 de febrero como Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, una fecha fundamental en la búsqueda de la igualdad de género.
Que no te limite la imaginación limitada de los demás.
— Naciones Unidas (@ONU_es) February 11, 2022
No dejes que nadie te diga que las ciencias no son para ti.
El 11 de febrero es el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia: https://t.co/DJaWM07oXk pic.twitter.com/NcnnfrtGA1
La ingeniera santandereana Paula Andrea Mendoza Rojas y su aplicación Aire + Limpio = 10R, que le apuesta al cuidado de las áreas boscosas, garantizando de esta manera, la mejora de la calidad del aire y a su vez, compensar la huella de carbono y mitigar el cambio climático, fue reconocida con el segundo lugar del premio BIBO 2021, Mejores Prácticas Ambientales, del periódico El Espectador.
“La problemática ambiental actual con los residuos sólidos, especialmente los plásticos de un solo uso, me motivó a buscar alternativas que se logran desarrollar por medio de la ciencia”, subraya la ingeniera.
La aplicación fue desarrollada en conjunto con Walter Pardavé Livia, del programa de Ingeniería Ambiental de la Udes y líder del proyecto, junto a Luis Reina y Jahir Saavedra.
Precisamente, fue su tutor, Walter Pardavé Livia, quien la encaminó en la investigación y confió en sus capacidades. Para ella, este ha sido su principal logro y, a la vez, su principal reto.
“Trabajar en algo inexplorado por que la investigación se trata de eso de entrar en un mundo nuevo abierto a muchas experiencias y posibilidades. Es complicado delimitar un alcance y más al trabajar con insumos orgánicos que presentan cambios diarios”, explica Mendoza Rojas.
Y es por eso que considera que es aporte de la mujer en la ciencia puede significar un cambio de perspectiva que permita comprender la investigación desde un nuevo punto de vista.
“La mujer tiene un punto de vista diferente al del hombre en muchas variables, por lo tanto al momento de redactar los análisis de resultados y conclusiones pueden variar y complementarse en muchos aspectos. Y en sí, la ciencia no tiene género. Hace falta mostrar a la mujer empoderada y dar credibilidad a su investigación”, señala la ingeniera.
Para eso, la educación es fundamental: “las mujeres y niñas necesitan una crianza igualitaria, en dónde puedan tener acceso al estudio y formación, tomando decisiones propias, y muy importante se debe acabar con los pensamientos de que la mujer es la que debe lavar, cuidar, criar y no estudiar”.