Hoy, 18 de junio, se celebra el Día del Padre en Colombia, una fecha que invita a reflexionar sobre el rol de los papás en la sociedad actual y los cambios que ha experimentado la paternidad en los últimos años.
Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) presentada a finales de 2016, el 33,2 % de los hogares colombianos están conformados por familias nucleares biparentales (papá, mamá e hijos) y otro 12,8 % por familias extendidas biparentales (papá, mamá, hijos y otros parientes). Es decir, los hogares del país donde hay un papá y una mamá no llegan ni a la mitad de la totalidad.
Esto muestra que los modelos de familia han cambiado de acuerdo a las condiciones sociales y culturales, y que la familia nuclear, que para muchos sectores representa un modelo ideal, es un fenómeno relativamente “reciente”, que se remonta al Renacimiento y que se consolidó en Latinoamérica cerca del siglo XIX.
A esa familia se han asignado unos roles que ahora, ligados a la emergencia de movimientos feministas y de reivindicaciones sexuales y de género, se están reevaluando. Así, los padres se enfrentan a nuevos desafíos y oportunidades para relacionarse con sus hijos e hijas, para asumir responsabilidades domésticas y económicas, y para construir su propia identidad.
El psicólogo Francisco Moreno explica algunas de las nuevas tendencias de ser padre en Colombia:
1. La paternidad activa: Se refiere a la participación activa y afectiva de los padres en el cuidado y la crianza de sus hijos e hijas, desde el embarazo hasta la adolescencia. Implica compartir las tareas domésticas con la pareja, involucrarse en la educación y el desarrollo de los niños y niñas, y expresarles amor y apoyo. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los padres activos tienen hijos e hijas más felices, saludables y exitosos.
2. La paternidad diversa: Se refiere a la existencia de diferentes formas de ser padre, más allá del modelo tradicional heterosexual. Incluye a los padres solteros, separados, divorciados, viudos, adoptivos, homosexuales, transgénero, entre otros. Estos padres enfrentan retos particulares para ejercer su rol, como la discriminación social, la falta de reconocimiento legal o el conflicto con la pareja anterior. Sin embargo, también demuestran que el vínculo afectivo con los hijos e hijas es lo más importante para ser un buen padre.
3. La paternidad consciente: Se refiere a la actitud reflexiva y crítica de los padres frente a su rol, sus expectativas y sus acciones. Implica cuestionar los estereotipos y las presiones sociales que limitan la expresión de la paternidad, así como reconocer las propias emociones, fortalezas y debilidades. Los padres conscientes buscan aprender constantemente sobre sí mismos y sobre sus hijos e hijas, para adaptarse a sus necesidades y potenciar su bienestar.