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A cien años de que se comenzara a gestar el desarrollo de Santander por los rieles del tren de Puerto Wilches o surcando los cielos en las aeronaves de Scadta y los primeros vehículos a motor requirieran manivela cada cien metros, los sectores transportes y combustibles entraron en la línea tecnológica y ambiental.

Copetran ya va por la cuarta generación de cooperativistas liderando el sector de transportes en Santander, siempre innovando con lo mejor en busca del menor daño ambiental, con vehículos más confortables y motores euro 4 para combustibles con bajas emisiones de carbono, “porque lo que el usuario busca es que sea bueno, bonito y barato y eso solo se logra innovando”, explica el gerente General Hernán Mauricio Atuesta Ardila.

Con 77 años de servicio, la empresa transporta pasajeros con incremento a una tasa del 10% anual que significa unos cinco millones 500 mil pasajeros al año; hace turismo, moviliza carga líquida, seca y refrigerada; cuenta con almacenes de repuestos, cubre el 70% del territorio nacional y emprendió la proyección de nuevas unidades de negocio hacia la mutimodalidad aérea, férrea y fluvial.

“Estamos haciendo estudios para cristalizar una aerolínea regional, para estar a la vanguardia del crecimiento que tiene el transporte aéreo, porque vivimos un tema fuerte de competencia allí que se da en ciertas épocas del año, pero al que queremos hacerle frente”, explica este directivo de Copetran.

El proyecto, que está en etapa de estudio, se suma a otros dos que esperan su mejor momento para fortalecerse. Se trata de una concesión ferroviaria por la ruta del Pacífico presentada a la ANI, en asocio con una concesión de firmas latinoamericanas, que quedó ‘congelada’ por la incertidumbre en la rentabilidad financiera.

De igual manera, Copetran cuenta ya con la licencia de navegabilidad por el río Magdalena, para carga y pasajeros que tiene algunas complicaciones debido a la navegabilidad, “porque de Gamarra a Barrancabermeja cambia el grado de inclinación del río y eso requiere inversiones en las que se debe comprometer el Gobierno Nacional, pero es un mercado absolutamente factible”, asegura el Gerente de Copetran.

Copetran adquirió recientemente dos buses doble piso, dotados de última tecnología. En los próximos meses pondrá al servicio más de estos vehículos, que se suman a los 34 de doble piso que ya tiene al servicio.

De manera adicional, la empresa está pendiente de la adjudicación de nuevas rutas terrestres para complementar los corredores viales ya establecidos.

En lo que respecta al transporte de carga, Juan Miguel Durán Prieto, presidente de Colfecar, expresa que en lo corrido del año, según el Registro Nacional de Despachos de Carga, RNDC, Santander ha participado en el movimiento de carga con el 10.5% del total nacional, movilizando más de nueve millones de toneladas en 696.432 viajes con origen o destino en el Departamento, cifra levemente superior al 9.95% del total nacional del año 2018, donde se reportaron al RNDC movilizaciones en Colombia por 112 millones 445 mil 580 toneladas.

“Estamos trabajando en establecer las condiciones para el registro y operación de las Zonas de Actividad Logística (ZAL) de manejo de contenedores vacíos en Colombia desde las competencias del Ministerio de Transporte, que respondan a las necesidades del desarrollo logístico del país. En línea con esto, consideramos que hay que dar vía libre a la creación de una institucionalidad en torno a la Logística porque el transporte tiene una proyección más amplia enfocada al multimodalismo, por lo que hay que pensar en su integración con todas las plataformas logísticas existentes para impulsar su competitividad”, expresa el alto ejecutivo.

Otra propuesta del gremio nacional tiene que ver con la posibilidad de la comercialización de combustible en las zonas francas (en Santander opera una), donde se pueda adquirir a precios más bajos al habitual para los transportadores, por ser grandes consumidores de diésel.

Ante el panorama de la regulación de los precios de los combustibles y la implementación de los vehículos eléctricos, expresa que los fabricantes de automotores han empezado a exponer vehículos con combustibles diferentes a los tradicionales y en configuraciones requeridas en Colombia, sobre lo cual el gremio está atento a verificar su desempeño no solamente en consumos, sino también en mantenimientos, vida útil y demás.

Combustibles más limpios

En sintonía con las nuevas tendencias ambientalistas, el gremio de los combustibles está presentando alternativas de innovación a corto plazo, como lo explica el ingeniero Farid Jones, director Ejecutivo de Fevecol, agremiación que reúne a los pequeños distribuidores de combustibles en el área metropolitana de Bucaramanga, algunos sectores de Boyacá, sur de Cesar y de Bolívar.

“El gremio ha hecho consciencia que la mejor forma de crecer es innovando con la distribución de combustibles más limpios, como parte de la responsabilidad social y de la misma supervivencia del negocio”.

Indica el Director Ejecutivo que hace un año los distribuidores de la región se independizaron de Fendipetrol, por tener posiciones distintas en torno a la transformación energética. De acuerdo con su visión, la reciente agremiación santandereana le está apuntando a convertirse en líder con la distribución de combustibles más limpios y estaciones de servicios más eficientes y prueba de eso es que trabajan en proyectos con Ecodiesel para incrementar las mezclas de combustibles que ayuden a la protección ambiental.

“Por ahora es una prueba piloto para el transporte público mientras tramitamos los permisos ante el Gobierno Nacional, para emprender mezclas voluntarias y despacho de combustibles 100% en biodíésel, con beneficio directo para el consumidor final por la disminución de material particulado, porque queremos un Departamento y una región líderes en la transformación”, asegura.

Las estaciones de servicio de Gas Natural Vehicular, GNV, tienden a desaparecer por los altos costos de operación. Mientras una de combustibles líquidos consume dos y medio millones de pesos en energía al mes, una de GNV gasta alrededor de $7 millones.

Es de precisar que el biodiésel no contiene azufre ni hidrocarburos aromáticos, por lo que disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero y de material particulado a la atmósfera.

De igual forma, Fevecol comenzó a instalar paneles solares, por ahora en prueba, con los que se pretende, además de bajar los costos de operación, trabajar con energías más limpias. “Estamos haciendo los estudios para las inversiones que, aunque resultan altas en principio, a la larga significarán un mejor servicio, ganancia para la protección ambiental y mejor rentabilidad para el negocio”, explica Farid Jones, quien espera tener listo el proyecto y las estaciones operando con energía solar en corto plazo, para darlas al servicio con visita ministerial incluida.

Fevecol en conversaciones con ESSA y Renault, proyecta la instalación de puntos para carga eléctrica de vehículos que están supeditados a políticas del gobierno, que permitan traer al país vehículos con precios asequibles.

El Director Ejecutivo de Fevecol asegura que, aunque todavía en el mercado de combustibles las nuevas tendencias ambientalistas por el uso masivo de la bicicleta no tienen impacto masivo, sí se ha notado que los vehículos modernos tienen motores más eficientes lo cual significa menor consumo de combustibles, además, pronto comenzará la comercialización de otros modelos para nuevos combustibles, por lo que esperan estar listos para entrar en la competencia.

Por Maritza Palomino
Especial Vanguardia

Una apuesta a la movilidad eléctrica

Como parte de la iniciativa de promover proyectos que contribuyan a la sostenibilidad del medio ambiente, ESSA y Grupo EPM adelanta acciones para promover, en forma masiva, la movilidad eléctrica en Santander.



Foto: Suministrada ESSA

“Le estamos apuntando a ser parte del compromiso que tiene nuestro país, que se adquirió en la conferencia de Naciones Unidas, que es disminuir en un 20% todas las emisiones de gases de efecto invernadero al año 2030. Cada vez que alguien adquiere un vehículo eléctrico (usuario promedio) está disminuyendo en 2.3 toneladas de CO2 su huella de carbono al año”, explica Andrea Pardo Barbosa, Profesional área de Gestión Comercial, líder del proyecto Movilidad Eléctrica de la Electrificadora de Santander.

La estrategia que adelanta la organización va desde promover la movilidad hasta generar cultura ciudadana. ESSA, por ejemplo, adquirió dos vehículos eléctricos para tareas misionales de la empresa e instaló puntos de recarga pública, con lo que espera visibilizar e incentivar el uso masivo del transporte eléctrico.

Bucaramanga cuenta con dos puntos de recarga, el primero inaugurado en marzo de este año en la cra. 21 con calle 45 en la estación de servicio San Rafael y otro punto en el Centro Comercial Cacique. Por este año, ESSA asume el costo de recargas como forma de promover la movilidad eléctrica, afirma la vocera de la compañía.

Además, ESSA ha realizado mesas de trabajo sobre el tema con la participación de entidades metropolitanas, en las que el compromiso ha sido que estas instituciones, en un término de tres años, le estarán apostando a la movilidad eléctrica.

Por Karen Figueroa Niño
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