En medio del encierro, de las necesidades por las que pasan miles de familias que requieren del día a día para subsistir y de la incertidumbre sobre cuándo terminará la cuarentena, hay noticias buenas: abril terminó con una reducción del 61% en lo que respecta al delito de homicidios.
Mientras que el año pasado en este mes reportaron 18 asesinatos en el área metropolitana de Bucaramanga, en el 2020 solo ocurrieron siete.
De hecho, hasta ayer se contabilizaban 19 días sin crímenes en la capital santandereana y municipios aledaños.
El último hecho violento fue la muerte de Javier Ortiz Castellares, un recluso de la Cárcel de Palogordo de Girón, en una riña ocurrida en el patio 2 del penal.
Cinco de los seis homicidios restantes ocurrieron en Bucaramanga, entre estos el doble asesinato del barrio Altos de Transición, y el último en Floridablanca. Todas las víctimas eran hombres.
Se aplanó la ‘curva’
De acuerdo con datos de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, el 2020 había arrancado mal en materia de delitos contra la vida.
Incluso, hasta antes del inicio del confinamiento, el pasado 21 de marzo, las cifras iban en ‘rojo’.
Iban 41 homicidios este año frente a 39 del año pasado.
Pero estos más de 40 días que la ciudadanía lleva guardada, se logró revertir esa cifra... Ahora van 49 muertes frente a 51 de 2019, es decir, una reducción del 17%.
La intolerancia social y las disputas por asuntos de estupefacientes siguen siendo los móviles más comunes entre estas muertes violentas.
