Durante varios meses, las autoridades les siguieron el rastro a las transacciones financieras del grupo criminal del Eln. Dentro de los bienes se encuentran lotes, viviendas y hasta establecimientos comerciales.
Floridablanca, Bucaramanga y Piedecuesta fueron algunos de los municipios de Santander donde el frente nororiental del Eln invirtió más de 5 mil millones de pesos en predios e inmuebles, dinero producto del narcotráfico y otras actividades criminales.
Todo quedó en evidencia luego de un fuerte operativo desplegado por el Ejército, Policía y la Fiscalía, que realizaron 8 allanamiento con fin de extinción de dominio.
La mayoría de estas propiedades estaban a nombre de familiares de Wilber Villegas Palomino alias ‘Carlos el Puerco’, actual cabecilla del grupo armado que delinque en el Magdalena Medio por quien el Gobierno de Estados Unidos ofrece millonarias recompensas, pues por más de 20 años estuvo involucrado en el envío de cocaína desde Colombia a este país.
Después de meses de labores investigativas, las autoridades intervinieron los inmuebles en lujosos conjuntos del área metropolitana. Seis de ellos estarían en varios sectores de Piedecuesta, incluyendo la vereda Guatiguará.
Otra de las propiedades allanadas estaba en el Centro de la ‘Ciudad Bonita’ y otra más en el ‘municipio dulce’.
Lotes, viviendas y hasta establecimientos comerciales forman parte del capital ilícito del grupo armado.
Todas esas propiedades quedaron a disposición de la Sociedad de Activos Especiales para su administración.
De forma simultánea se efectuaron operativos en Norte de Santander, en municipios como Teorama, Convención y Ocaña así como en el Cesar, en Tamalameque, La Gloria, Pelaya y Río de Oro, donde además de predios hallaron semovientes.
En total 438 bienes fueron afectados con fines de extinción de dominio.
Las propiedades y animales estarían avaluadas en más de 35 mil millones de pesos y estaban en cabeza de una red de presuntos testaferros conformada por personas que se hacían pasar por grandes ganaderos o hacendados, para dar la apariencia de legalidad a los activos ilícitos.
