Según algunos conocidos, la mujer sufrió una fractura en un brazo tras la caída en el robo. Permanece estable, pero con laceraciones.
Un video que ha circulado por redes sociales muestra la insensible forma como dos delincuentes asaltan a una mujer de la tercera edad, que caminaba sola por unas escaleras cerca a la iglesia católica de San Pío, en Cabecera del Llano.
Los hechos ocurrieron el jueves en la tarde cuando dos delincuentes, que por su apariencia física se trataría de jóvenes entre los 18 y 25 años, merodeaban este callejón que comunica a las carreras 36 y 38.
Segundos después ven a su nueva víctima y sin pensarlo la amenazan con un cuchillo y le intentan rapar el bolso. La mujer opone resistencia y uno de ellos la lanza escalones abajo.
Salen corriendo, se apoderan del accesorio, sacan la billetera y luego lo arrojan llevándose solo un dinero. Vecinos llegaron a auxiliarla.
“Lo que más nos indigna es que bajaron directo hacia el CAI y nadie los detuvo. Muy triste que esto pase en esta zona de Cabecera que antes era de las más seguras de la ciudad. A la señora la vimos muy golpeada, tenía un brazo que le dolía, parecía un fractura”, señaló un residente.
Acechados por la delincuencia
Líderes del sector de Cabecera del Llano insisten a las autoridades en nuevas estrategias de seguridad ante los incrementos de hurtos y hechos delincuenciales.
Esta semana, el Frente de Seguridad denunció cómo un ciudadano extranjero que había sido capturado en seis oportunidades y deportado en dos a su país de origen, sigue robando el mobiliario urbano.
“Se ha llevado las nomenclaturas de edificios y viviendas para venderlas por reciclaje. Es hora de que las autoridades cambien las estrategias de seguridad. Insistimos en más presencia de uniformados, no son suficientes los del cuadrante”, manifestó César Augusto Niño, coordinador del Frente.
Por su parte, Sergio Ángulo Prada, otro vocero de Cabecera, viene insistiendo en que la rumba que se ha extendido en la llamada ‘Cuadra Play’, viene facilitando el accionar de la delincuencia.
“Nos toca convivir con ruido, riñas y consumo de drogas”, puntualizó.
