Siguen carreras clandestinas en Chimitá, en Bucaramanga, Santander
Las fuertes imágenes de un hombre ‘agonizando’ sobre el pavimento luego de sufrir un accidente de tránsito en su motocicleta, puso en evidencia que en Bucaramanga siguen las competencias clandestinas. Peor aún, con aglomeraciones y sin cumplir normas básicas de bioseguridad. La vía que conduce de Chimitá a la ‘Ciudad Bonita’ es la pista.
Del sujeto herido ninguna autoridad tuvo conocimiento, al parecer, sus amigos lo auxiliaron, lo encubrieron y lo ‘desaparecieron’, quizá para evitar sanciones, pues son conscientes que desafiar la muerte a más de 150 kilómetros por horas, es ilegal.
Lo cierto es que estos ‘piques’ se siguen organizando y que ni la pandemia los acabó. Cada vez cobran más fuerza, porque hasta página en Facebook tienen: “Chimitódromo”. Allí se citan todos los miércoles después de las 9:30 de la noche. El único requisito ir en motocicleta y disponible para ‘vivir’ una experiencia llena de riesgo.
La droga y el alcohol se convierten en los mejores aliados de los infractores. Casi 700 motos compiten, a veces por dinero, pero otras, solo por sentir la adrenalina. En cada carrera participan entre 5 y 8 motocicletas. Todas a ‘mil hora’ arriesgándose a chocar entre ellas o salirse de la vía. La velocidad va acompañada de uno que otro canguro. Los amantes de esta práctica se amontonan en los separadores y hasta en la misma vía, impidiendo el tránsito de la vehículos por la zona.
Son casi dos horas en las que se inhala el vapor el olor de la gasolina y el humo de la ‘droguita’ que no puede faltar. La ciudadanía hizo un llamado a las autoridades para que se intensifiquen los controles en la zona. Recordaron que ya se han presentados muertos.
