En el Puerto Petrolero la ciudadanía se conmocionó al ver los últimos segundos de vida de José Almeida en la vía pública. Habría sufrido un infarto.
A José Ángel Almeida, de 50 años, la muerte lo sorprendió mientras caminaba por la carrera 28 con calle 49 de Barrancabermeja. Eran las 11 de la mañana y un grupo de transeúntes intentó auxiliarlo, pues el señor empezó a sentirse mal al llegar apoyado en muletas a la esquina de una tienda. Se echó en el suelo intentando recuperarse y los transeúntes llamaron al Cuerpo de Bomberos Voluntarios para ayudar a quien, según una información preliminar, sería un habitante de calle sufriendo un paro cardiorrespiratorio. Sin embargo, para cuando la ambulancia llegó él ya había exhalado su último suspiro. En vista de la situación, el equipo de socorristas decidió dar aviso a las autoridades e irse, por lo que surgieron reproches por cómo habían dejado el cuerpo supuestamente abandonado. “Esta persona, desafortunadamente, ya se encontraba sin signos vitales. En custodia quedó un agente de la Policía, nosotros infortunadamente no podemos hacer nada”, explicó Alexánder Álvarez, jefe del Cuerpo de Bomberos. Una funeraria se encargó de recoger el cuerpo.