Con su carisma, talento y encanto, este pequeño de siete años tiene claro que su objetivo es ayudar a otros niños a entender lo que para él significa todo: la vida en el campo.
Martín Figueroa Peñuela tiene el talento de difundir el amor. Así es como lo hace, con el sombrero puesto y las botas empantanadas. Con su carisma, talento y encanto, este pequeño de siete años tiene claro que su objetivo es ayudar a otros niños a entender lo que para él significa todo: la vida en el campo. Asegura que descubrió su talento antes de poder hablar, y que con trabajo duro y días enteros en el campo ha logrado convertirse en un presentador experto en la materia.
Aunque nació en Bogotá, su vida ha transcurrido en Bucaramanga, y es aquí, en tierra santandereana donde ha perfeccionado y alimentado su amor por los animales y la naturaleza. “El interés por el campo nació desde que tenía 3 meses y me llevaban a la finca de mi padrino. Fue experimentando mucho, y entrando en contacto con la naturaleza y los animales, que logré desarrollar este talento”, comenta orgulloso.
Y es que desde sus primeras palabras pareciera que Martín ya se visualizaba frente a una cámara, recorriendo cientos de hectáreas verdes llenas de animales. Casi que sin esfuerzo y como si fluyera una conexión innata, la primera palabra de Martín fue: tractor.
Sus padres y sus padrinos han sido su apoyo incondicional. Este pequeño no solo es ejemplo de disciplina y bondad, sino una prueba fidedigna de que lo que se proponga lo podrá lograr.
¡Luces, cámaras, acción!
Martín ya suma en su canal de Youtube más de 10 videos en los que habla de temas que, a su corta edad, domina casi que a la perfección. Con un dominio especial frente a las cámaras ha cautivado a sus suscriptores con datos curiosos sobre los perros rhodesian, los caballos, los búfalos. Además de consejos prácticos y guías básicas sobre cómo funcionan, por ejemplo, los tractores, cómo se produce la palma africana o cómo es el ordeño mecánico de búfalos. Martín no sabe hacerlo de otra manera, su don, en definitiva, es tomar un micrófono y hablar sobre lo que le apasiona, y eso queda evidenciado en cada frase.
Sin embargo, Martín está convencido de que su talento no se perfecciona solo con el amor y las ganas de enseñar a otros niños. Siempre que hay grabación es consciente de que puede tomar horas y horas de ensayo, prueba y error. Para él, ahí está el verdadero trabajo, “perfecciono mi talento escuchando varios consejos de las personas adultas, como mis papás, y practicando varias veces. Antes de grabar cada video busco en Internet la información, memorizo el libreto y elijo la ropa adecuada para la zona”, comenta el pequeño que aprendió a ponerse primero el sombrero, antes que cualquier otra cosa.
“Mi mamá empezó a grabarme con el celular, pero luego fuimos avanzando tanto que ya tenemos camarógrafo, micrófono y todo el equipo”, añade quien ahora es presentador de TV Agro, un canal que cautivó con su talento y del que ahora hace parte, como presentador ‘freelance’.
Una pasión heredada
“Estaba viendo Youtube y de repente mi papá me dice, ¿por qué no hacemos un video? ahí no estás aprendiendo nada. Entonces mi padrino lo llamó Agrokids TV y se formó la plataforma”, el resto se resume en una carrera prometedora que se alimenta gracias a que sus padres lo han mantenido muy vinculado a la vida en el campo.
“De mi familia viene el gusto por el campo. Tenemos varias fincas y a todos nos gusta estar allí. Donde mi padrino es todo verde, hay perros, caballos, hay mil cosas pa’ hacer”. Y es entre viaje y viaje que Martín ha descubierto que cuando grande quiere ser un viajero, “que vaya a todos los países y pruebe diferentes tipos de comida y conozca diferentes tipos de animales, como los tarseros, leopardos, demonios de tasmania y muchas cosas más”.
Sin embargo, hay una tarea que sí es difícil para Martín, poder escoger un solo animal favorito. A la lista se suman la anguila eléctrica, la mantarraya, el pez globo y el tarsero. El resto es todo pan comido. Le encanta montar a caballo, con Martina. Untarse de barro, jugar con los perros y alimentar las cabras.
Gracias a su disciplina Martín ha logrado centrarse no solo en su talento, sino en las otras áreas del colegio, que también le apasionan. Tiene tiempo para todo, y asegura que no hay materia que no domine.
