Cuando llegas a quinto de primaria, ya has hecho amigos, conoces muy bien a tus profes y estás tan bien con tu horario de clases, ¡todo se siente de maravilla! Sin embargo, esto puede cambiar en un segundo. Puedes pasar de sentirte como un gran león, a experimentar la sensación de ser un pequeño e indefenso ratón.
¡La secundaria tiene ese poder! Para algunos puede ser una etapa de mucha alegría, de cambios positivos y de retos fáciles de superar. Pero para otros niños puede significar una transición muy compleja y despertar muchas emociones que no le hagan sentir tan bien.
Dar este paso de primaria a bachillerato implica cambios en los ritmos de su proceso de enseñanza y aprendizaje, pero también hace parte del desarrollo de formación de tu personalidad.
Estos cambios no solo los vivirás tú, también tus padres y las mismas instituciones educativas que deben desarrollar un trabajo de acompañamiento para que el paso que des sea positivo y te lleve a desarrollar tus mejores potenciales durante ese año y en el futuro.
Si estás a punto de dar este paso, o lo diste este año, ¡no estás solo! Consultamos con algunos expertos para compartirte algunas claves que te ayudarán a sentir que todo es más llevadero.
María Elena Reyes, docente del Colegio Campo Hermoso, señala que estas son algunas de las habilidades que debes tener para que este paso no sea tan difícil:
- Haber adquirido habilidades de comprensión lectora.
- Estar preparados para la resolución de situaciones problema que impliquen el uso de las operaciones básicas y geometría.
- Tener la habilidad de trabajar en equipo.
- Haber adquirido buenos hábitos de estudio.
- Haber vivido la experiencia de tener diferentes docentes en las asignaturas.
- Estar presente en espacios donde puedas interactuar con estudiantes y actividades de secundaria para que puedas sensibilizarte con esta nueva experiencia.
¿Y qué hacemos con la montaña rusa de emociones?
Si estás a punto de dar este paso, debes saber que es normal que estés experimentando diferentes emociones, ¡toda una montaña rusa de emociones!
María Alejandra Rey Nassar, psicóloga de la Universidad de la Sabana, explica que “es normal sentirse triste o a la expectativa de lo que puede llegar a pasar en la secundaria. La secundaria significa empezar a ser más independientes, tener más responsabilidades escolares. Las exigencias aumentan, pues nos empezamos a formar para el tema de la universidad o nuestro futuro inmediato. Es por esto que debemos estar muy atentos a los cambios de emociones y acudir a donde la psicoorientadora o tus docentes, en caso de tener alguna duda sobre el proceso de la secundaria”.
¿Cómo enfrentarlas?
Enfrentar una emoción es bastante complejo y más si no sabemos reconocerlas. ¿Qué debemos hacer? Estas son las recomendaciones de la psicóloga María Alejandra:
1. Reconoce cuál es la emoción que estás sintiendo e intenta responder a la pregunta: ¿qué es lo que me hace sentir así?
2. Empieza a entender la idea de que no importa si las emociones nos hacen sentir bien o mal, siempre debemos exteriorizarlas y comenzar a trabajar en ello. Lo ideal sería que pudieras trabajarlas de la mano de un adulto: docentes, padres de familia, psicoorientadora o psicólogos, o tus personas de confianza.
3. Es importante saber en qué momento debes decir no y en que momento decir sí. “Tu personalidad debe estar fortalecida, es decir, debes tener claros los principios y para dónde vas para lograr tener un correcto desenvolvimiento a nivel social y cultural con los otros compañeros de la secundaria”.
4. Siempre mira hacía donde vas, ¡proyéctate!
Cuando los docentes comienzan a trabajar una asignatura desde cero, como la robótica, se enfrentan a varios desafíos. Pero el trabajo con los chicos puede ser emocionante y desafiante al mismo tiempo. Luis Gabriel Sandoval Quijano, coordinador de robótica del Colegio San Pedro Claver, comparte algunas de las características del trabajo con los estudiantes:
- Estimulación de la curiosidad: los docentes tienen la oportunidad de despertar la curiosidad y el interés de los estudiantes en el campo de la robótica. Pueden presentar conceptos nuevos y fascinantes, involucrar a los estudiantes en experimentos y desafíos, y fomentar la exploración y el descubrimiento.
- Enfoque en el aprendizaje práctico: la robótica es una asignatura que se presta para el aprendizaje práctico y basado en proyectos. Los docentes pueden guiar a los estudiantes en la construcción y programación de robots, lo que les permite aplicar los conceptos teóricos en situaciones reales y desarrollar habilidades prácticas.
- Fomento del trabajo en equipo: la robótica es un campo en el que el trabajo en equipo es esencial. Los docentes pueden fomentar la colaboración y la comunicación entre los estudiantes, asignándoles proyectos grupales en los que deben trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes. Esto promueve habilidades de liderazgo, resolución de problemas y toma de decisiones en equipo.
- Estimulación del pensamiento crítico y la resolución de problemas: la robótica requiere que los estudiantes piensen de manera crítica y encuentren soluciones creativas a los desafíos planteados. Los docentes pueden plantear preguntas desafiantes, presentar problemas complejos y guiar a los estudiantes en el proceso de encontrar soluciones innovadoras utilizando el pensamiento lógico y analítico.
- Promoción de la perseverancia y la resiliencia: los proyectos de robótica pueden presentar dificultades y obstáculos que requieren perseverancia y resiliencia por parte de los estudiantes. Los docentes pueden ayudar a los estudiantes a superar las frustraciones, aprender de los errores y desarrollar una mentalidad de crecimiento, animándolos a persistir y no darse por vencidos frente a los desafíos.
Periodista egresada de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Miembro de Vanguardia desde 2020. Actualmente soy reportera de las secciones de Tecnología, Entretenimiento y Cultura, y apoyo en la elaboración de contenido digitales e impresos. Lidero el proyecto Vanguardia Kids, una plataforma multicanal en la que los niños de 8 a 14 años son los encargados de contar historias.
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