Si bien la tecnología ha avanzado a pasos agigantados en las últimas décadas, transformando la manera en la que interactuamos y nos entretenemos, existen algunos juegos y juguetes clásicos que han logrado persistir en el tiempo y que no pierden vigencia en la era digital.
Traspasan las barreras generacionales, son sencillos, se adaptan al cambio, promueven la unión familiar, y lo más importante, te ayudan en el desarrollo de tus habilidades.
Según el artículo “El juego no es una pérdida de tiempo, es un asunto muy serio y formativo” del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), “el impacto del juego en los seres humanos es la mejor inversión de tiempo que pueden hacer niñas y niños porque aporta a la maduración de su cerebro y al desarrollo motriz, físico, emocional y ético”.
Además, en línea con lo anterior, de acuerdo con la investigación “Desplazamiento de la juguetería tradicional como forma de entretenimiento y aprendizaje en menores de 12 años”, el factor diferencial que poseen los juguetes clásicos frente a los dispositivos tecnológicos es que promueven aspectos como el aprendizaje, la comunicación, el carácter sistémico y la motricidad.
Andrés Gómez, gerente de la compañía para la región Andina, aseguró: “en Hasbro tenemos productos estrella que se han posicionado como los juegos clásicos para una gran brecha generacional como el caso de Monopoly. El reto hoy en día es mantener en vigencia estos juegos en una época netamente digital, en la que los dispositivos móviles pueden consumir mayor atención y tiempo de los niños”.
La jenga, por ejemplo, es uno de los juegos de destreza más reconocidos a nivel mundial. Fue lanzado al mercado en 1989, y desde ese entonces, ha cautivado a adultos, jóvenes y niños en todo el planeta, convirtiéndose en un clásico de los juegos de mesa.
El objetivo de este es retirar los bloques de madera de la torre de manera estratégica y situarlos en la parte superior sin que se derrumbe. Al jugar Jenga desarrollarás habilidades físicas y mentales como la concentración, el pulso manual y la toma de decisiones.
Durante más de un siglo, Monopoly se ha mantenido en el ‘top of mind’ de las familias. Es uno de los juegos de mesa más vendidos en el mundo. Esto se debe no solo a su dinámica basada en el intercambio, compra y venta de bienes raíces, sino también por la facultad de capitalizar tendencias en su portafolio de productos. Cuentan con distintas versiones, como Monopoly Stranger Things, Monopoly edición Super Mario o el reciente Monopoly Vuelta al Mundo que incluyó una parada alusiva al Carnaval de Barranquilla.
Igualmente, esta franquicia es popular ya que permite desarrollar la concentración, las habilidades numéricas y la paciencia, pues usualmente, una partida puede durar horas y horas.
La plastilina, que sigue estando presente en algunas listas escolares; o incluso las masas moldeables, han acompañado la infancia de millones de niños en el mundo, porque permite llevar la imaginación y creatividad a otro nivel.
Otro de los juguetes que da rienda suelta a la creatividad son los ladrillos de Lego.
Este tipo de piezas permite fomentar distintas habilidades como la coordinación motora fina y el aprendizaje sensorial.