China y toda Asia le da la bienvenida al Año del Buey de oro, uno de los momentos más esperados en este continente, aunque es una celebración opacada por la pandemia del coronavirus.
Mujeres hacen sus compras en un centro comercial ante la llegada del Año Nuevo chino en Kuala Lumpur, Malasia. (Foto: EFE / VANGUARDIA)
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Mujeres hacen sus compras en un centro comercial ante la llegada del Año Nuevo chino en Kuala Lumpur, Malasia. (Foto: EFE / VANGUARDIA)
Trabajadores limpian una estatua gigante de Buda reclinado como parte de los preparativos para las celebraciones del Año Nuevo Lunar chino en un templo en Bogor, Indonesia. (Foto: EFE / VANGUARDIA)
Trabajadores limpian una estatua gigante de Buda reclinado como parte de los preparativos para las celebraciones del Año Nuevo Lunar chino en un templo en Bogor, Indonesia. (Foto: EFE / VANGUARDIA)
Una mujer posa junto a una estatua de Buda bajo farolillos que decoran las calles con motivo de las celebraciones del Año Nuevo chino en Manila, Filipinas (Foto: EFE / VANGUARDIA)
Una mujer posa junto a una estatua de Buda bajo farolillos que decoran las calles con motivo de las celebraciones del Año Nuevo chino en Manila, Filipinas (Foto: EFE / VANGUARDIA)
Un niño observa cómo sus padres encienden hoy incienso como ofrenda a sus ancestros en el templo de jade de Buda, en Shanghai, China. (Foto: EFE / VANGUARDIA)
Un niño observa cómo sus padres encienden hoy incienso como ofrenda a sus ancestros en el templo de jade de Buda, en Shanghai, China. (Foto: EFE / VANGUARDIA)
Hoy se dio comienzo el Año del Buey, bajo el calendario chino, una de las celebraciones más importantes en los países asiáticos pero que este año ha quedado minada en la mayoría de los sitios debido a la presencia de la pandemia de coronavirus.
En Pekín, las grandes celebraciones con petardos por las calles se han reducido a solo reuniones familiares, en el mejor de los casos, por el miedo a los rebrotes y las recomendaciones del Gobierno.
Otros han acudido a rezar a las afueras del Templo de los Lamas a pesar de su cierre temporal consecuencia del virus.
De la misma manera ha ocurrido en Indonesia, Filipinas o Tailandia en donde las personas han salido a los templos siguiendo las medidas de seguridad para reducir los contagios de coronavirus.
Mientras que en sitios como Kuala Lumpur el festejo se trasladó hasta un acuario en donde se llevó a cabo la tradicional Danza del Dragón.
