Publicidad

Mundo
Viernes 07 de enero de 2022 - 12:00 PM

Barinas: El trofeo electoral a conquistar en Venezuela

El oficialismo busca revertir el resultado adverso de noviembre pasado en el feudo chavista, mientras que la oposición tiene ante sí una oportunidad de oro para restarle margen de maniobra al Gobierno y dar un golpe de opinión en medio de una clara división.

Compartir
Imprimir
Comentarios
La controversial elección del gobernador en Barinas, tierra natal de Hugo Chávez, se llevará a cabo nuevamente mañana. Fotoilustración / VANGUARDIA
La controversial elección del gobernador en Barinas, tierra natal de Hugo Chávez, se llevará a cabo nuevamente mañana. Fotoilustración / VANGUARDIA

Compartir

La controversial elección del gobernador en Barinas, tierra natal de Hugo Chávez, se llevará a cabo nuevamente mañana. Fotoilustración / VANGUARDIA

Barinas, bastión del chavismo, pasó a ser el escenario de una encarnizada batalla electoral entre el oficialismo y la oposición en Venezuela, estado que mañana definirá su nuevo rumbo político.

Será elegido el gobernador en medio de la controversia, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anulara la victoria del opositor Freddy Superlano argumentando inhabilidad, y ordenara repetir los comicios del pasado 21 de noviembre.

Si bien es un pequeño estado llanero, en el oeste del país, de al menos 400.000 habitantes, reviste gran simbolismo. No solo es el estado natal del expresidente Hugo Chávez fallecido en 2013, también ha sido un feudo electoral conquistado por sus familiares directos. Así que ganar allí sería un gran golpe de opinión para la oposición.

Como se recordará, Superlano derrotó a Argenis Chávez, hermano menor del fallecido líder chavista y que aspiraba a la reelección en Barinas, por estrecho margen: 37,60%, frente al 37,21% de los votos. Se le ganó al chavismo en el estado de Chávez luego de 22 años, desde el triunfo de la “revolución bolivariana” en 1998.

Chávez optó por retirarse de la contienda en diciembre pasado, y en su lugar el PSUV nombró al excanciller Jorge Arreaza, mientras que el diputado regional Sergio Garrido reemplazó a Superlano, luego de que la esposa de este último, Aurora Silva, también fuese inhabilitada para aspirar al cargo.

En este contexto, el proceso electoral en Barinas se constituye en el punto de quiebre de la lucha que se ha librado en los últimos años en el país entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro, aunque lo que pase no cambie sustancialmente en el mapa político venezolano dominado por el chavismo.

Se trata de unas elecciones polémicas porque le arrebataron el triunfo a Freddy Superlano, quien logró “canalizar el voto protesta contra una Administración nacional y regional que han estado actuando de espalda a la gente”, opina Antonio De Lisio, profesor de la Universidad Central de Venezuela y miembro del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario en Bogotá.

Recuerda que desde 2016 Venezuela atraviesa una emergencia humanitaria compleja que se manifiesta en los servicios básicos, inflación y sueldos bajos.

“Superlano canaliza ese descontento y realmente triunfa, pero el Tribunal Supremo eliminó el indulto que Maduro le había dado en diciembre de 2020”, y lo inhabilita y posteriormente a su esposa, explica. Y al final tiene que asumir el diputado del partido Acción Democrática, Sergio Garrido, aunque Superlano milite en Voluntad Popular.

De Lisio destaca al respecto que se logra una unidad de criterios en los partidos de la oposición para tratar de participar en estas elecciones, que agrega, se repetirán sin la observación internacional, es decir, la presencia de la Unión Europea (UE) ni del Centro Carter de Estados Unidos.

La elección es importante, según Mauricio Jaramillo, investigador y profesor de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad del Rosario, porque dejó en evidencia las enormes limitaciones que tiene el sistema electoral venezolano en términos de transparencia, y obviamente porque se tuvo que repetir.

En segundo lugar, señala otro aspecto: el oficialismo arrasó en las legislativas de noviembre pasado, y la oposición no pudo mantener algunos estados bastiones históricos, como Lara, Anzoátegui y Zulia.

Entonces, en esa medida, es importante para la oposición vencer en Barinas “porque permite darle un golpe de opinión al Gobierno y recortar la distancia”, insiste Jaramillo.

Solo tres de las 23 gobernaciones en juego fueron ganadas por la oposición, lo mismo que 120 de las 210 alcaldías, en los pasados comicios legislativos.

En tanto, De Lisio advierte las condiciones de “ventajismo grosero” en las que se han repetido estas elecciones por parte del oficialismo que quiere a toda costa, que Arreaza, esposo de una de las hijas de Hugo Chávez, triunfe en Barinas.

El escenario más probable por ese “ventajismo y persecución” es que gane el oficialismo, pronostica el investigador venezolano.

Sin embargo, sentencia que será un resultado que “estará a espaldas de la realidad y sentimiento de la población del estado de Barinas, que ya habló en noviembre pasado”.

En definitiva, será un triunfo que no va a cambiar la situación del país, “con una gran mayoría de venezolanos que no nos sentimos representados”, considera De Lisio.

Jaramillo apunta en ese sentido que en caso de ganar Arreaza se consolidaría una especie de hegemonía del PSUV pos Chávez.

Todo esto, en el marco de una recuperación económica en curso, pues se proyecta que el país crezca en 2021 entre dos a tres puntos en el PIB, una reactivación en marcha y además, Venezuela vuelve a sumarse a la cifra del millón de barriles diario de petróleo.

“Entonces hay señales de reactivación y en buena medida muchos le endilgan eso al chavismo, a quien no ven con simpatía, pero creen que es la única fuerza política capaz de lograr grandes cambios”, puntualiza el docente universitario.

Para Nadia Pérez Guevara, docente de Ciencia Política de la Universidad Pontificia Bolivariana, UPB, en Bucaramanga, y del Instituto de Estudios Políticos de la Unab, hay dos factores que pesan en esta elección más allá del resultado: por un lado que la participación electoral se mantenga o se amplíe teniendo en cuenta las elecciones de noviembre pasado; y por otro lado, que gane quien gane, se acepten los resultados.

A su juicio, hay posibilidades de recambio, aunque no sea un proceso electoral normal.

Según ella, lo que es claro, es que entre más participación, mayor probabilidad de que gane la oposición porque la gente que no se mueve en términos electorales, por lo general está en contra del “régimen”, y es un actor fundamental para irle quitando esos bastiones electorales al chavismo.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicado por Ángela Castro Ariza

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad