La crisis se dio en East Palestine, localidad de Ohio, en Estados Unidos, y provocó la evacuación obligatoria de 2.000 personas en localidad en Ohio y Pensilvania. Doce días después, las autoridades estadounidenses aseguraron que los niveles de contaminación están en niveles controlables e invitaron al regreso a casa.
No obstante, la gente está reacia pues consideran que la toxicidad sigue en la zona. La solución gubernamental a una eventual devastación química fue quemar el cloruro de vinilo, lo que fue criticado por su alto riesgo de esparcirse en los cuerpos de agua y en el aire.
Lea además: Australia envía expertos a Nueva Zelanda tras el paso del ciclón Gabrielle
Hay muchos registros de animales muertos y la ausencia del Sol da un clima mortuorio. Ahora, otro elemento alarma a las personas: una gigantesca nube negra tóxica que cubre al territorio y que poco ha sido cubierta por los medios.
La nube negra
Luego del desastre ferroviario y transcurridas dos semanas, desde aviones comerciales que pasan por la zona han fotografiado una nube de lluvia ácida tóxica que tiene un radio de 320 kilómetros de color negro que vaticina tormentas químicas.
Al respecto, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha asegurado que tras el monitoreo constante las toxinas en el aire se han disipado y no se detectan niveles peligrosos en el área desde que se ordenó que los residentes regresaran. Sin embargo, esta extraña nube parece que extenderá el exilio de muchos.