Es una realidad que las oficinas tradicionales peligran en el mundo post-pandemia del coronavirus, y un nuevo concepto cobra fuerza, el teletrabajo.
Más de la mitad de las empresas planean reducir sus oficinas a la vez que continuará el teletrabajo, una modalidad virtual que se convirtió en habitual durante la pandemia de la COVID-19, que ya deja más de 36,2 millones de contagiados y un millón de víctimas fatales a nivel global.
La pandemia cambió por completo la dinámica laboral mundial. La tendencia que viene: empresas haciendo el teletrabajo permanente para una parte de su personal.
Nadie sabe cómo será el futuro cuando todo esto pase, ni siquiera es una certeza que vaya a llegar una vacuna a corto o mediano plazo, y mientras tanto solo resta volver a aprender a vivir con unas reglas diferentes a las que se tenían hasta 2019, entre las cuales están un mayor riesgo al trabajar en entornos cerrados.
El mayor teletrabajo de la historia del mundo, ha abierto la puerta a nuevos escenarios en los que trabajar desde casa post-pandemia cobra mucha más fuerza que antes.
Por ejemplo, los Países Bajos es el país líder del teletrabajo a nivel mundial, solo seguido de cerca por Finlandia.
Se estima que el 14,1% de los neerlandeses trabajaba desde casa antes de la crisis provocada por el coronavirus, mientras en Estados Unidos solo el 3,6% de los empleados usaban esa modalidad.
Pero hay que tener en cuenta en los Países Bajos más del 90% de las casas tiene acceso a Internet de alta velocidad. En tanto, en EE.UU. cerca del 15% de los hogares no tiene Internet de fibra óptica.
La situación en América Latina y el Caribe difiere mucho de Estados Unidos y los Países Bajos.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, señala que el teletrabajo no es posible para un 76% de los empleados en la región.
Entre tanto, muchos trabajadores en todo el mundo han empezado a valorar las ventajas de laborar al modo neerlandés, desde que comenzó la pandemia en marzo pasado.
De hecho, una encuesta reciente efectuada en Estados Unidos revela que el 59% de los que están trabajando desde casa quieren continuar haciéndolo más allá del confinamiento social.