El terremoto casi arrasó algunos pueblos y provocó deslizamientos de tierra que obstaculizaron los esfuerzos de rescate en la isla del Caribe.
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, prometió no cejar en la reconstrucción del sur de Haití, cuando hoy se cumple un mes del devastador terremoto que dejó al menos 2.248 muertos y 690.000 damnificados.
En una serie de mensajes en Twitter, Henry prometió a los damnificados que “ha llegado el momento de la recuperación y la reconstrucción” tras el terremoto que “puso de rodillas la península sur”.
“Nada ni nadie, ni siquiera las amenazas de todo tipo, incluidos los ataques físicos, nos distraerá de nuestra voluntad inquebrantable e infalible de esta reconstrucción colectiva, para la felicidad de todas las niñas y todos los hijos de nuestra nación”, dijo Henry.
El terremoto de magnitud 7,2 en la escala Ritcher, muy superficial, sacudió el suroeste de Haití el pasado 14 de agosto, causando incontables daños en toda la península meridional del país.
Según el balance oficial más reciente, publicado la semana pasada, 2.248 personas murieron y otras 329 permanecen desaparecidas, mientras que 12.763 resultaron heridas.
El movimiento telúrico destruyó 53.815 viviendas y causó daños en otras 83.770 casas, lo que ha llevado a 26.245 personas a alojarse en 65 refugios informales, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
También se han registrado cuantiosos daños en carreteras, en 4 puertos y 62 centros médicos, mientras que 171 escuelas resultaron completamente destruidas y otras 566 sufrieron daños.
