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Sábado 19 de octubre de 2019 - 12:00 PM

Más de 500 muertos luego de que turkos y kurdos rompieran tregua

Las fuerzas kurdas y Turquía se acusaron mutuamente este sábado de violar el acuerdo de alto el fuego.

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Foto: Archivo
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Las fuerzas kurdas y Turquía se acusaron mutuamente este sábado de violar el acuerdo de alto el fuego, mediante el cual se suspende la ofensiva turca lanzada el 9 de octubre en el norte de Siria a cambio de una retirada de los kurdos de la región fronteriza.

“El ejército turco acata plenamente el acuerdo”, suscrito el jueves en Ankara bajo patrocinio de Estados Unidos, aseguró el ministerio turco de Defensa. “Pese a ello, los terroristas (como califican a las milicias kurdas) han llevado a cabo un total de 14 ataques en las últimas 36 horas”, agregó.

Por su lado, el comando de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, milicias kurdas y árabes) afirmó en un comunicado “su compromiso a respetar el alto el fuego”. Pero uno de sus comandantes, Redur Khalil, indicó a la agencia de noticias AFP que “la parte turca no lo respeta, no permite la apertura de un corredor humanitario para sacar a los heridos y civiles bloqueados en Ras al Aín”, localidad siria cercana a la frontera con Turquía.

Según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), 32 heridos, en su mayoría combatientes, necesitan cuidados de urgencia. Otros seis milicianos de las FDS murieron este sábado como consecuencia de sus heridas, pues el convoy humanitario no pudo llegar a Ras Al Aín.

En la víspera, esa tregua ya pareció saltar por los aires cuando bombardeos aéreos de los turcos y disparos de artillería de los rebeldes proturcos causaron la muerte de 14 civiles en una localidad fronteriza del norte de Siria, según el OSDH. Los kurdos denunciaron de inmediato una “violación” del alto el fuego.

Interrogado por la prensa sobre el acuerdo de alto el fuego impuesto al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, admitió que no había sido “instantáneamente” aplicado por los beligerantes.

Adujo problemas de “coordinación” para garantizar “una retirada segura de las YPG (kurdos de las Unidades de Protección Popular, integrantes de las FDS) de la zona controlada por los turcos cubierta por el acuerdo”.

Pompeo recordó el viernes por la noche que estas fuerzas kurdas, calificadas de “terroristas” por Ankara (la capital turca), tenían aún “96 horas” hasta el martes por la noche para retirarse de las zonas fronterizas con Turquía.

Si al expirar este plazo la retirada no es efectiva, la ofensiva turca, desencadenada hace diez días, podría reanudarse, advirtió Erdogan.

El contexto de la disputa

Turquía considera “terroristas” a estas fuerzas kurdas sirias por sus relaciones estrechas con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que libra una sangrienta guerra de guerrillas contra Ankara.

Sin embargo, esta milicia kurda fue aliada de la coalición internacional en la lucha contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en Siria, y ahora se siente abandonada, en especial por Estados Unidos, que anunció la retirada de sus militares de la zona.

Por su lado, el presidente estadounidense, Donald Trump, se declaró optimista y aseguró que había “buena voluntad” de ambas partes, y que los kurdos estaban “muy contentos” por la forma en que transcurrían las cosas.

La operación lanzada por Ankara con sus aliados locales sirios ha abierto un nuevo frente en Siria, país en guerra desde 2011, donde las fuerzas kurdas crearon una región de hecho semiautónoma en el norte de la nación.

Desde el inicio de su ofensiva, el ejército turco y sus aliados sirios --en su mayoría antiguos rebeldes árabes y turcomanos utilizados como fuerza terrestre-- se han apoderado hasta ahora de una franja de unos 120 kilómetros de territorio a lo largo de la frontera desde Tal Abyad.

Su objetivo es establecer una zona de seguridad para crear un tapón entre su frontera y los territorios que están en manos de las YPG kurdas. Además, Erdogan quiere instalar en esta zona a parte de los 3,6 millones de refugiados sirios que viven actualmente en Turquía.

Según el OSDH, más de 500 personas han muerto en ambos bandos, incluidos casi 100 civiles, mientras que unas 300.000 han sido desplazadas durante la ofensiva.

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Publicado por El Colombiano

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