Allan Gil, de 18 años, ha sido incorporado al proceso judicial por el presunto feminicidio de la joven colombo-mexicana Ana María Serrano, quien fue trágicamente asesinada en el municipio de Atizapán de Zaragoza, México.
De acuerdo con los eventos reconstruidos, Ana María se encontraba sola en su hogar, ubicado en el conjunto Condado de Sayavedra, el pasado 12 de septiembre. En ese momento, sus padres se encontraban de viaje en Roma. Sin embargo, se supo que Gil había estado cerca de la residencia a bordo de un coche gris esa misma tarde y había conversado con Anayeli, la asistente doméstica de los Serrano.
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La empleada relató que Allan Gil preguntó por la joven y, al saber que no estaba, expresó que volvería más tarde con un regalo para ella. Preocupada, Anayeli informó a Ximena Céspedes, madre de la joven, sobre este hecho.
Más tarde, Céspedes intentó contactar a su hija a través de un chat. La preocupación creció cuando la respuesta que recibió, aunque provenía del teléfono de Ana María, no parecía ser de ella. En la conversación, un mensaje en particular, “me das tantito”, hizo que la madre de Ana María sospechara que no estaba comunicándose con su hija.
Este es el chat filtrado supuestamente entre la mujer y su hija:
Ximena: Me dijo esto Anayeli.
Sin embargo, no recibió respuesta. Eran las 2:16 a.m. en Roma y las 6:16 p.m. en México, según el chat revelado por el periodista Carlos Jiménez.
Ximena: Ana, estás?
A las 6:31 p.m., recibió una respuesta, pero por la forma de escribir notó que no estaba hablando con su hija.
Ana: Hola ma. Si. Anadaba jugando con el perro. Me das tantito?
Ximena: Ah bueno.
Ana: Voy ma. La razón por la que no te conteste...
Para despejar las dudas, Ximena le pidió que la llamara, pero siguieron escribiendo desde el celular de Ana María en un tono de despedida.
Ximena: Márcame porfa.
Ana: Es porque ya no me gusta estar sola. Ya no puedo vivir así. Ya no quiero. Adiós ma. Despídete de papá por mi. Los quiero. La frase “me das tantito” fue contundente para que Ximena sospechara de que no estaba chateando con su hija.
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“Jamás hubiera dicho algo así. Luego, el mensaje sonó como si estuviera insinuando un acto suicida”, confesó Céspedes en una entrevista con Citytv.
Alarmada, la abogada contactó a un vecino cercano, quien, lamentablemente, al entrar a la residencia halló a Ana María sin vida.
De acuerdo con información preliminar, entregada por la Fiscalía mexicana, recogida a través de sus más resientes investigaciones, cámaras de seguridad en la zona, captaron en tres ocasiones al presunto feminicida, dando vueltas en un carro de color gris, cerca al conjunto residencial donde vivía Ana María, el pasado 12 de septiembre.
La primera vez, fue sobre las 3:55 a.m., y en ese momento “el ahora detenido, utilizó cubrebocas negro y gorra azul marino, con la finalidad de ocultar su identidad”, señaló el ente investigador.
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Después regresó, faltando poco para la 1:00 p.m., en el mismo automóvil, pero esta vez el vehículo no tenía placas. Espero a las afueras de la casa, hasta que saliera la empleada del servicio, para preguntarle por la joven. Pero esta le dijo que no encontraba, así que se marchó del lugar de nuevo.
Hasta que las 6:00 p.m., que es cuando consigue ingresar a la vivienda, en donde habría asfixiado a Serrano, hasta causarle la muerte. Para después simular, que esta se habría quitado la vida.
Las autoridades encontraron en la escena del crimen, el tapabocas y la gorra que utilizó cuando entró, elementos que fueron captados por las cámaras de seguridad, ubicadas a las afueras del conjunto residencial