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Viernes 11 de junio de 2021 - 12:00 PM

Perú: Impugnación, polarización e incertidumbre

Los peruanos pensaron que las elecciones del pasado domingo para designar a su nuevo presidente serían el punto de partida para salir de la crisis que arrastran desde hace cinco años. Pero el país ha vuelto a sumirse en la incertidumbre, en medio de una pandemia que no cede y un clima polarizado.

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EFE / VANGUARDIA
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Fotoilustración / VANGUARDIA
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Tras la segunda vuelta presidencial, Perú vive el peor de los escenarios: Votos impugnados, denuncias de fraude, una sociedad polarizada y un país en vilo por su futuro político.

Al margen del resultado, que este momento beneficia al izquierdista Pedro Castillo -por poco más de 60 mil votos- frente a la derechista Keiko Fujimori que impugnó 802 mesas de votación, el país andino atraviesa un confuso momento político, y tendrá que lidiar con esta fractura social casi irreconciliable entre dos ideologías.

Para Julio Benavides, analista peruano y docente de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, la polarización política ya venía cifrada desde la primera vuelta de las elecciones, en abril pasado.

“La gente que votó por Fujimori lo hizo por una definición de anticomunismo, pero no hubiese votado por ella si no hubiese otro candidato”, explica.

Estos resultados, a su juicio, reflejan un claro conservatismo de la sociedad limeña en particular, y extendida a toda la sociedad peruana.

Benavides considera que era claro, no solo por el talante de Keiko Fujimori sino por su herencia política refiriéndose a su padre, el expresidente Alberto Fujimori, que en caso de perder, “ella iba a alborotar el avispero, provocar el caos, generar un ambiente propicio para un golpe de Estado”.

A esto se le suma, según el periodista y analista político peruano Renzo Mazzei, un importante sector antifujimorista que recuerda lo hecho por su padre.

Pero especialmente hace alusión a que en los últimos cinco años la bancada mayoritaria (legislativa) liderada por Keiko Fujimori se mostró en determinados momentos conflictiva frente al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció en abril de 2018 por un caso de corrupción.

Incluso, comenta que sobre este contexto de impugnaciones se venía hablando desde días previos a la segunda vuelta. Había muchas versiones por parte de ambos bandos, que deslizaban la posibilidad de irregularidades y fraude en las elecciones.

“Entonces, cualquiera que fuese el resultado, igual se iba a presentar reclamo de uno u otro lado respecto al tema, y esto es lo que finalmente ha sucedido”, subraya Mazzei, aclarando que este pedido de nulidad por parte de Fujimori es algo que históricamente no se había visto en Perú.

En definitiva, esto lo que hace es dilatar una decisión final, observa el experto.

Por ello cree que frente a este escenario, “los peruanos necesitamos tranquilidad y definiciones, porque estamos próximos a cumplir 200 años de República, y no tenemos todavía claro quién va hacer el próximo mandatario”.

Sin embargo, lo más grave del asunto, advierte Mazzei, es que se siembra un “halo de duda en torno al proceso electoral”, hecho que se contradice al equipo de vigilancia internacional que ha resaltado el trabajo de las autoridades electorales peruanas.

Otro punto fundamental, en su opinión, es que independiente de quien sea el ganador, el que finalmente se imponga, lo hará con un margen muy estrecho, repitiendo la historia de la elección pasada, donde solo 40 mil votos le dieron la victoria a Kuczynski sobre Fujimori.

Así pues, el ganador tendrá que dar muestras claras de apertura para el otro gran sector que no votó por él, argumenta Mazzei. Pero no descarta que el sector derrotado “utilice el camino de la conflictividad social”.

En paralelo, Benavides estima que Keiko Fujimori recurre a este tipo de recursos porque quiere evadir en el fondo, que sea juzgada y vaya a la cárcel por un proceso judicial que enfrenta por corrupción.

“Esto no quiere decir que Castillo sea un santo, se ha empezado a reunir con los empresarios mineros, porque sabe que sin ese apoyo flaquea”, anota el docente de la Unab.

Además afirma que el profesor izquierdista es cuestionado por temas como minorías sexuales, equidad de género y su posible relación con el brazo político de la guerrilla Sendero Luminoso.

De otro lado, identifica un contexto mayor que tiene que ver con la profunda crisis que se ha evidencia respecto del modelo económico en virtud de la pandemia de la COVID-19, un fenómeno global, y del cual Perú no es ajeno.

Un modelo que ha mostrado fisuras y que debe tener ajustes, según los expertos, razón por la cual el temor a un estallido social. “Lo que pasa en Colombia y lo que puede venir en Perú, sería evidencia de ello”, alerta Benavides.

En conclusión, ante una elección tan pareja y polarizada, quien sea elegido o elegida, deberá tener en cuenta no solo a sus electores, sino a todos los peruanos.

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Publicado por Ángela Castro Ariza

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