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Lunes 30 de agosto de 2021 - 12:00 PM

Poner a pacientes boca abajo reduce necesidad de intubación y su mortalidad

La investigación en 42 hospitales de seis países comprobó que poner a los pacientes no intubados con la COVID-19 grave en posición boca abajo, mejora su pronóstico y reduce la necesidad de intubación y la mortalidad.

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Según el estudio, de cada 14 pacientes se evitaba la intubación de uno, lo que es un porcentaje importante. EFE / VANGUARDIA
Según el estudio, de cada 14 pacientes se evitaba la intubación de uno, lo que es un porcentaje importante. EFE / VANGUARDIA

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Según el estudio, de cada 14 pacientes se evitaba la intubación de uno, lo que es un porcentaje importante. EFE / VANGUARDIA

Un ensayo clínico internacional hecho en 42 hospitales de seis países, dos de ellos españoles -Vall d’Hebron y Hospital del Mar en la ciudad de Barcelona- ha demostrado que poner a los pacientes no intubados con COVID-19 grave en posición decúbito prono, es decir, boca abajo, mejora su pronóstico y reduce la necesidad de intubación y la mortalidad.

El estudio, que publica la revista The Lancet Respiratory Medicine, es la primera gran investigación que analiza los beneficios de este cambio de posición y abre la puerta a un cambio en la práctica clínica actual para incorporar este tratamiento como parte de la rutina médica para pacientes no intubados con la COVID-19.

Antes de este ensayo clínico, el doctor Jordi Mancebo, director del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de Sant Pau de Barcelona y uno de los primeros en aplicar esta técnica en España, explicó el pasado mes de noviembre en una entrevista con que en su hospital el 80% de los pacientes de la COVID-19 que estaban en las UCI ya eran colocados en posición decúbito prono para mejorar la oxigenación arterial.

De hecho, en la mayoría de las UCI de los hospitales españoles ya se aplica esta técnica a los pacientes con Síndrome de Distress Respiratorio Agudo (SDRA) severo, por los beneficios que comporta esta posición para la buena evolución de la enfermedad.

Ahora, este estudio internacional, coordinado por el Hospital de Tours (Francia), ha corroborado empíricamente por primera vez algo que muchos intesivistas ya habían probado: que colocar al enfermo boca abajo mejora la evolución de los pacientes con la COVID-19 grave tratados con oxigenoterapia de alto flujo.

“La evidencia científica de la eficacia de esta técnica en pacientes no intubados es especialmente importante durante los picos de la pandemia en que pueda haber escasez de respiradores. Esta es la primera gran investigación que analiza los beneficios de un cambio de posición en pacientes despiertos y que no necesitan de un respirador, es decir, que respiran espontáneamente por sí mismos, como parte del tratamiento en pacientes COVID-19”, ha explicado el coordinador médico de la UCI del Hospital Vall d’Hebron, Oriol Roca.

A la mitad de ellos, el grupo de control, se les trató con el protocolo habitual, y la otra mitad, el grupo experimental, se les posicionó en decúbito prono durante al menos una hora al día, en un mínimo de dos sesiones de 30 minutos, y con una media de cinco horas diarias.

En el grupo control, el 46% de los pacientes necesitaron intubación o tuvieron un pronóstico fatal hasta 28 días después de la inclusión en el estudio.

Este porcentaje se redujo hasta el 40% entre los pacientes del grupo experimental, que habían pasado un tiempo en decúbito prono.

El estudio también ha comprobado que este último grupo todos los indicadores de respiración mejoraron en gran medida ya durante la primera sesión -de tres horas de media-, y la mejora se mantenía al volver a posición supina.

Según los médicos, el hecho de evitar la intubación reduce el riesgo de sufrir complicaciones por esta causa y también implica un beneficio colectivo al tener menos necesidad de uso de respiradores, uno de los equipamientos con menos disponibilidad en muchos países.

Además, entre los que estuvieron en decúbito prono durante al menos ocho horas diarias, solo el 17% terminaron en intubación o muerte, por un 48% en los que pasaron menos de este tiempo, según el estudio en el que han participado hospitales de España, Francia, Canadá, México, Irlanda y Estados Unidos.

“Proponemos, por tanto, un cambio en la práctica clínica actual para incorporar este tratamiento como parte de la rutina médica para los pacientes COVID-19 con insuficiencia respiratoria aguda que necesiten oxigenoterapia de alto flujo”, ha concluido Roca, que también es investigador del grupo de investigación en Shock, Disfunción Orgánica y Resucitación (SODIR) del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR).

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Publicado por Agencia Efe

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