Las autoridades sanitarias están en máxima alerta debido a la presencia de la temida bacteria conocida como Vibrio vulnificus, más comúnmente denominada “bacteria devoradora de carne”. Aunque previamente se había detectado y catalogado esta bacteria en algunas playas de México, recientemente se ha hecho un inquietante descubrimiento en las profundidades del mar de China.
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Un grupo de destacados investigadores chinos se embarcó en una expedición que los llevó a descubrir un virus completamente nuevo oculto en las oscuras profundidades del Océano Pacífico. Este enigmático patógeno fue hallado en los sedimentos que se encuentran a una asombrosa profundidad de ocho kilómetros bajo la superficie del mar, en la Fosa de las Marianas.
Ahora bien, ¿qué podemos decir acerca de este intrigante hallazgo del virus devorador? El virus en cuestión ha sido identificado como un “devorador de bacterias”. Al respecto, Min Wang, un destacado virólogo de la Universidad Oceánica de China en Quindao, expresó: “Donde haya vida, es seguro que existen reguladores trabajando... en este caso, nos referimos a virus”.
A este virus se le ha atribuido la categoría de bacteriófago, término que significa “devorador de bacterias”. Esta designación se deriva de su capacidad para infectar a sus huéspedes, nutriéndose de ellos para sobrevivir.
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No obstante, queda una pregunta importante por responder: ¿representa el virus devorador algún peligro para los seres humanos? Hasta el momento, no se cuenta con información que indique que esta especie patógena sea una amenaza para las células humanas. Sin embargo, la continua investigación en este campo es esencial para comprender completamente las implicaciones de este hallazgo.
Este descubrimiento del virus devorador ha desencadenado un renovado interés por explorar ambientes hostiles, ya que ofrecen un entorno óptimo para el surgimiento y estudio de nuevos virus. En palabras de Min Wang, “los entornos extremos proporcionan oportunidades excepcionales para el descubrimiento de nuevas cepas virales”.