El dueño del centro comercial inaugurado es un abierto defensor de las políticas de Jair Bolsonaro, uno de los pocos líderes mundiales que minimizaron los efectos del coronavirus, y que incluso fue uno de los contagiados.
Algo insólito e irresponsable ocurrió en Brasil, luego de la aglomeración que se formó tras la apertura, el pasado sábado, de un centro comercial en este país suramericano cuando se superan los 150.000 fallecidos por el coronavirus y más de 5 millones de contagios.
En la ciudad brasileña de Belén, en el estado de Pará, fue inaugurado un centro comercial al que acudieron miles de personas.
Tal fue la aglomeración que la gente no entraba por las puertas. Muchas de ellas sin mascarilla y sin respetar la distancia social de dos metros.
En las imágenes y un video que han circulado por redes sociales, cientos de personas se precipitan para ingresar al centro comercial, pese a que Brasil es el tercer país más afectado por la pandemia en el mundo.
La multitud ingresa precipitadamente al centro comercial para aprovechar las rebajas por la apertura.
El hecho fue producto de la inauguración del centro comercial número 150 de Havan, una reconocida cadena que es propiedad de Luciano Hang, un empresario amigo del presidente Jair Bolsonaro quien formó parte del acontecimiento e interactuó con empleados y clientes sin las medidas de bioseguridad.
La Secretaría de Salud Pública de Pará responsabilizó al municipio de Belén de no controlar y fiscalizar el lugar y aseguró que enviaron una patrulla sanitaria tras la aglomeración.
El lugar fue cerrado por la Policía durante la tarde, al tiempo que el administrador local fue trasladado a la comisaría para realizar su descargo sobre el incumplimiento de las normas sanitarias.