Video de escándalo en Indonesia: Influencer fue enviada a la cárcel por comer carne de cerdo

A dos años de cárcel bajo la ley de la Blasfemia, fue condenada Lina Lutfiawati por comer carne de cerdo, ya que para los musulmanes este alimento está prohibido.

Captura de pantalla / VANGUARDIA

Una vez más, en Indonesia, la Ley de la Blasfemia se empleó para dictar una sentencia de prisión contra una mujer que compartió un video en la plataforma TikTok. En el video, Lina Lutfiawati, conocida como Lina Mukherjee en TikTok, recitaba una oración islámica antes de probar carne de cerdo mientras visitaba Bali.

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Los hechos ocurrieron en marzo de este año, cuando Lina, una influyente gastronómica con más de dos millones de seguidores, grabó un video degustando diversos platos en TikTok. En el clip, pronunció la frase islámica “Bismillah” (En el nombre de Alá) antes de consumir “babi guling”, un plato callejero que incluye cerdo asado, arroz y verduras.

Cabe destacar que Indonesia, donde el 80% de la población es musulmana, prohíbe el consumo de carne de cerdo debido a que se considera un animal impuro. Sin embargo, los no musulmanes, como los habitantes de Bali, que son principalmente hindúes, consumen regularmente carne de cerdo.

Indonesian influencer sentenced to 2 years in prison for saying ‘Bismillah’ before eating pork.

In Arabic “Bismillah” means “In the name of Allah” and pork is forbidden for Muslims. pic.twitter.com/oR1BTYMkiT
— Censored Men (@CensoredMen) September 20, 2023

El uso de la frase “Bismillah” en el contexto del video se consideró un acto de blasfemia, ya que es una de las frases sagradas más importantes del Islam y se usa comúnmente antes de las comidas.

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Lina Lutfiawati, de 33 años, fue condenada a dos años de prisión y una multa de 16,245 dólares, aproximadamente 250,000,000 de rupias indonesias. El tribunal advirtió que la pena de prisión podría aumentar tres meses si no paga la multa.

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La sentencia ha generado controversia y críticas de organizaciones como Human Rights Watch, que consideran que Indonesia, que se autodenomina como un país musulmán moderado, está radicalizándose en términos religiosos.