Tres personas corneadas en encierro de toros en fiestas de San Fermín, en Pamplona España y otros cuatro corredores tuvieron que ser hospitalizados por heridas producto de caídas durante el recorrido.
Los toros de la ganadería gaditana de José Cebada Gago han protagonizado hoy un encierro de siete minutos y 12 segundos de duración, muy peligroso y accidentado, en el que los astados han arremetido en varios momentos contra los mozos con un balance provisional de siete heridos, tres de ellos por asta.
En su trigésimo segunda presencia en los Sanfermines, los Cebada Gago han hecho honor a su fama y han provocado las escenas más peligrosas vistas hasta el momento en estas fiestas en los tramos de Telefónica, el callejón y la plaza de toros, donde uno de los astados se ha cebado durante unos segundos con un mozo caído.
Los toros protagonizaron una carrera muy peligrosa y accidentada por el casco antiguo de la ciudad de Pamplona (norte), donde cada mañana, desde el pasado 7 de junio y hasta el día 14, las reses recorren el trayecto que va desde los corrales hasta el coso, donde esta tarde serán lidiados.
Durante tres minutos y 12 segundos los bravos de la ganadería de Cebada Gago protagonizaron momentos de peligro, ya que los astados arremetieron en varios momentos contra los mozos que participaron en el encierro, con un balance provisional de siete heridos, tres de ellos por asta.
Los animales de esta ganadería, tradicionalmente presente en las fiestas, hicieron honor a su fama y provocaron las escenas más peligrosas hasta el momento en estas fiestas, uno de ellos, ya en la propia plaza, donde uno de los astados se cebó durante unos segundos con un mozo caído.
Uno de los seis toros bravos, que rápidamente cogió la cabeza de la manada imprimió una gran velocidad al grupo, que a mitad del recorrido se disgregó y produjo numerosas caídas y a continuación, se vivieron los momentos más tensos de la carrera, con imágenes angustiosas.
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La manada, compuesta por los seis bravos más los cabestros que los acompañan, partió de los corrales de Santo Domingo agrupada, pero duró poco tiempo así, ya que después de contactar con los mozos uno de los toros encabezó la marcha y guió veloz al grupo.
En los huecos abiertos por los animales los corredores aprovecharon para marchar ante los astados, como marca la tradición, provocando imágenes emocionantes y peligrosas.
Las imágenes sin duda más duras de la carrera se vivieron en la arena de la plaza, donde uno de los toros arremetió contra los corredores que trataban de refugiarse en las tablas, especialmente con uno de ellos. El primer parte médico apunta a que dos de los heridos por asta se han producido en la plaza.
