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Alexander Arciniegas
Miércoles 24 de mayo de 2023 - 12:00 PM

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El G7 es el grupo de países que desde 1975 reúne a las principales democracias industrializadas del mundo. Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Japón, Italia, Canadá y la entonces Comunidad Europea, articularon este foro, como una manera de reaccionar a la crisis del petróleo y la inflación en Estados Unidos en los setenta.

Hoy aunque el peso del G7 en el PIB mundial ha disminuido, este sigue siendo un actor internacional fundamental, de ahí que la cumbre celebrada el pasado fin de semana en Hiroshima Japón, sea un hecho importante para el mundo.

Pero a la hora de hacer un balance de lo que pasó en Hiroshima más que hablar de lo que la prensa internacional nos mostró: la “sorpresiva” llegada de Zelenski para pedir más armas; las nuevas sanciones económicas contra Rusia o la dura condena occidental a la política económica y militar de China, es necesario llamar la atención sobre las promesas que el G7 sigue incumpliendo y también sobre como sus propósitos fundamentales están desconectados del principal desafío que enfrentamos como humanidad: el cambio climático.

De allí que en respuesta el Ministerio de Exteriores chino calificara a este G7 como “un club de ricos que viven ajenos a la realidad multipolar actual (...) imponiendo además sus reglas según su visión de las cosas”. Mientras los líderes occidentales se pasean con Zelenski, como si no hubiera decenas de conflictos y crisis humanitarias violentas en el mundo; y la primera ministra italiana Giorgia Meloni debió abandonar prematuramente esta cumbre para ponerse al frente de las inundaciones en el nororiente de su país, este G-7 promete respaldo político para que el dinero sigua fluyendo hacia su Guerra en Ucrania. Esto mientras continua sin cumplir la promesa de aportar 100.000 millones de dólares a los países en desarrollo para financiar energías menos contaminantes.

Mas que el”arsenal nuclear acelerado” o la “coerción económica” chinas que tanto preocupan a las potencias occidentales, aun cuando ellas han estrangulado con inhumanas sanciones económicas, naciones enteras que no aceptan sus imposiciones; la mayor preocupación global debe ser avanzar en medidas concretas para enfrentar y mitigar la amenaza climática que hoy se cierne sobre la humanidad.

Aun aceptando que la transición energética va durar décadas hay que avanzar ya con medidas concretas y audaces de lo contrario, la situación para el 2030 sería irreversible.

politicainternacional1648@gmail.com

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