El fenómeno Meloni

Columna de

Cuando todo indica que en pocos días una figura repudiable y lamentable como Jair Bolsonaro dejará el poder en Brasil, ahora la ultraderecha llega al poder en Italia una de las primeras 10 economías del mundo. La victoria electoral de Giorgia Meloni, admiradora de Musolini, estaba cantada por las encuestas y es un síntoma más de la profunda crisis por la que pasa la democracia en el mundo y del resurgir de la derecha radical. Hace apenas dos semanas, Demócratas de Suecia un partido de ultraderecha, se convertía en el segundo más votado en una sociedad reconocida por su tolerancia e igualitarismo.

Como ha pasado en otros países, el voto por Meloni quien defiende abiertamente posturas racistas y antiinmigración, es el resultado del desprestigio de la política y del desespero de los italianos, entre ellos los jóvenes, que buscan en ella el camino engañoso de un cambio al precio que sea. Por eso, su partido Fratelli d’Italia y los demás integrantes de la colación conservadora de la que también hacen parte La Liga de Matteo Salvini y Forza Italia del corrupto e inoxidable Silvio Berlusconi, lograron la mayoría electoral en las dos cámaras del parlamento.

Meloni nacida en el barrio de Garbatella bastión tradicional de las izquierdas, pasó de 4% de los votos en las elecciones de 2018 a ser la primera mujer en gobernar Italia en buena medida por la forma en que moderó su discurso.

Pero la mujer que en su mensaje de victoria prometió unir a los italianos, luego de ser nombrada primera ministra por el presidente italiana tendrá que empezar por unir a su propia coalición para formar gobierno. Y de superar este primer desafío, enfrentará un contexto interno marcado por el desempleo y el aumento de la inflación, derivados la guerra en Ucrania cuestiones que podrían comprometer la estabilidad de su gobierno. A esto se agregan las muy probables tensiones con la Unión Europea dada su cercanía alrededor de valores ultraconservadores con el primer ministro húngaro Viktor Orbán un cercano aliado de Putin.

Veremos si el gobierno de la “chica de Garbatella” se sostiene y si instituciones italianas son suficientemente fuertes para superar este nuevo desafío que hoy enciende las alarmas en la Unión Europea y en el mundo.

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