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Alvaro Beltran Pinzón
Domingo 10 de enero de 2021 - 12:00 PM

Hijas del agua

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La iniciativa de empresas y entidades de realizar o patrocinar ediciones de obras para exaltar nuestros valores ancestrales, naturales y artísticos tuvo importantes manifestaciones en 2020, pese a la alteración de las actividades regulares.

El Grupo Bolívar auspició la producción de Hijas del agua, libro que retrata la singularidad de las tradiciones, rituales y riqueza artesanal de 26 asentamientos de los grupos étnicos nukaks, wayúus, arhuacos, tucanos, kamëntsás, ingas, koguis, uitotos, yaguas, yucunas, curripacos, esperaras siapidaras, emberá chamís, gunadules, ticunas, jiws, koreguajes, muinanes, cubeos, nasas, ocainas, wounaans, piaroas, emberá katíos, pachacuarís, y misaks.

Durante tres años, el afamado fotógrafo bumangués Ruvén Afanador y la artista Ana González recorrieron gran parte de la geografía colombiana, desde el desierto de La Guajira, la Sierra Nevada de Santa Marta, el Urabá antioqueño, las montañas del Cauca hasta la serranía del Chiribiquete, los ríos Apaporis, Vaupés, Amazonas y la inmensa selva, buscando la manera de transmitir las mágicas sensaciones de su convivencia con dichas comunidades, que han permanecido, gracias a su aislamiento, fieles a su pasado. En esta oportunidad, al estupendo trabajo de Afanador se le suma la intervención plástica de González, quedando plasmado un testimonio de vida en el que está presente la relevancia del agua, de la cual somos hijos, según la leyenda misak.

Con este mismo eje temático, en el ámbito regional, debe destacarse el libro Santurbán vetas de agua de Carlos Nicolás Hernández Camacho, que recoge bellas imágenes y valiosas reflexiones en torno a la preservación de este santuario. De modo similar, la Universidad Industrial de Santander contribuye al propósito de democratizar el conocimiento sobre la formación y características del territorio, con versados textos de profesores de la Escuela de Geología y fotografía de Mauricio Olaya, bajo el título El reloj de la Tierra - Paisajes geológicos de Santander.

Estas publicaciones dan plena vigencia a la apreciación del antropólogo Wade Davis: “No hay separación entre la naturaleza y la cultura. Sin el bosque y los ríos, los humanos perecerían. Pero sin gente, el mundo natural no tendría orden ni significado. Todo sería caos”.

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