Los aseguradores intentamos encontrar la causa eficiente que genera un siniestro, esta disciplina debería aplicarse en muchas de las investigaciones para entender las verdaderas razones que generan hechos sociales para los que los gobiernos y la misma sociedad no encuentra justificación, y por lo tanto nunca el remedio o las medidas son eficientes, al no lograr atacar la verdadera raíz del problema.
Permanentemente hablamos de que vivimos en una sociedad enferma, los valores fueron sustituidos por los anti valores, nos matamos, nos robamos, nos engañamos, abusamos los unos de los otros y al final nos justificamos en miles de razones válidas para unos e inválidas para otros dependiendo del bando o la orilla en que nos encontremos. Contratamos misiones de expertos y sabios, en muchas ocasiones para terminar ocultando los resultado o los condicionamos a nuestros intereses particulares.
Nos cuesta entender y aceptar coherentemente la verdad, aceptamos el relativismo como una opción aparentemente más justa que nos aleja del concepto claro del bien y del mal, terminamos acatando la máxima de que el fin justifica los medios y no ponemos límites a esos medios diferentes a los de la orilla de los intereses particulares engañándonos a nosotros mismos para terminar siendo victimas de nuestro propio invento.
Esta sociedad es entonces víctima de sus propias mentiras, es el momento en que debemos encontrar liderazgos reales lejanos de intereses particulares, desapasionar la diversidad del pensamiento, elegir a conciencia y hacer uso de la protesta para exigir el cumplimiento de los programas propuestos por los candidatos, generar procesos expeditos y efectivos de responsabilidad personal familiar y de los partidos en el manejo y control de los dineros públicos y métodos fáciles de revocatoria del mandato.
La causa eficiente del problema debemos buscarla en cada uno de nosotros, en las familias, en la sanción social o en la aceptación de la justificación absurda del sacrificio de los valores en función de la necesidad de tener que progresar o no sé cuántos cuentos más. Cuando cambiemos realmente en las pequeñas acciones del día día y empecemos a demostrarnos que se puede, iniciaremos el verdadero cambio social.
