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Andrés Espinosa Fenwarth
Martes 13 de septiembre de 2022 - 12:00 PM

De regreso al pasado

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En la instalación del 34 Congreso Nacional de Exportadores de Analdex, realizado la semana pasada en Medellín, el presidente Gustavo Petro sostuvo que la industrialización de Corea del Sur se fundamentó, inicialmente, en la reforma agraria, que en Colombia, debería ser defendida en ‘primera línea’ por los empresarios industriales.

La realidad coreana es diferente. La secuencia de planes quinquenales diseñados oficialmente para aumentar la riqueza de Corea del Sur abarcó el abandono de la sustitución de importaciones y la implementación de una politica de industrialización y crecimiento económico orientada hacia las exportaciones. El primer plan buscaba expandir la industria energética, de carbón, con énfasis en infraestructura, aumento de la productividad agrícola y promoción de avances tecnológicos. Los programas quinquenales subsiguientes aumentaron gradualmente el énfasis de las industrias básicas y la agricultura hacia sectores intensivos en tecnología demandados en los mercados internacionales, como maquinaria de precisión, electrónica (televisores, grabadoras, celulares y productos relacionados con los semiconductores), automotores, transporte marítimo de carga e investigación científica.

El modelo asistencialista e intervencionista del gobierno Petro se perfila en una dirección muy distinta, anacrónica, con énfasis en decrecimiento económico, abandono del sector minero-energético exportador y concentración de los esfuerzos oficiales en la producción, en la agricultura familiar y en la industria para consumo nacional. Las exportaciones no son prioritarias. Para la administración Petro, el paso número uno de la industrialización es “la seguridad jurídica alrededor de la tierra, de manera equitativa”, con lo cual se relativiza la propiedad privada, deja de lado la innovación tecnológica y centra el desarrollo en lo primario de la economía nacional. En lugar de promover la riqueza, como ha hecho Corea del Sur desde hace sesenta años, el objetivo económico principal de la actual administración es aumentar la carga tributaria y desestimular su creación para combatir el cambio climático por medio del decrecimiento económico.

El discurso presidencial en Analdex, al igual que en la Andi, Andesco, Asobancaria y Confecámaras, mantiene su contenido de campaña, que desconcierta a los empresarios, nacionales y extranjeros, quienes esperan mayor claridad y visión de los planes gubernamentales.

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