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opinion/columnistas/armando martinez
Miércoles 24 de mayo de 2023 - 12:00 PM

Guanes y muiscas todos eran unos

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En 1991, el arqueólogo José Vicente Rodríguez completó su interpretación sobre la variación morfológica de la población prehispánica de la cordillera oriental, comenzada en 1980 como investigación doctoral en Moscú. Después de analizar estadísticamente los cráneos guanes disponibles, concluyó que estos eran “diferentes” a todos los cráneos muiscas y semejantes a cráneos europeos, lo que le permitió plantear la hipótesis de una deriva genética acaecida entre los guanes, quienes habrían sido genéticamente “caucásicos”. Pero, andando el tiempo, descubrió que había sido presa de los prejuicios difundidos por los cronistas indianos, en especial Juan de Castellanos.

La historia científica procede mediante la crítica y revaluación de las interpretaciones anteriores, con base en métodos cada vez más avanzados. Así fue como Rodríguez se asoció en 2011 con Alberto Gómez Gutiérrez y otros cuatro genetistas para reexaminar con métodos moleculares 17 cráneos guanes hallados en una cueva de la vereda La Purnia, en la Mesa de los Santos. Después de determinar las secuencias genéticas de las mitocondrias del ADN extraído de esos restos óseos, con las debidas precauciones, concluyeron que los guanes provenían de dos oleadas de migrantes que habían cruzado el estrecho de Bering, procedentes de Siberia, y que serían el resultado de una tardía expansión de grupos de lengua chibcha que pasaron de Centroamérica a Suramérica. A pesar de los obstáculos geográficos, los guanes incorporaron los genes de sus vecinos muiscas del sur, con quienes sostenían un intercambio de productos que está bien documentado. Aunque los guanes se consideran hoy extintos, los científicos demostraron la sobrevivencia de sus genes en las familias santandereanas actuales gracias a la transmisión materna de este patrimonio mitocondrial.

Para completar, los guanes parecen haber sido genéticamente heterogéneos, pese una excepcional homogeneidad craneométrica reportada por los antropólogos físicos. Como están las cosas, hay que recordar a José María Vergara, quien en 1868 dijo que los liberales y los conservadores, como los olivos y los aceitunos, todos eran unos. Pues ahora vamos a tener que decir que los guanes y los muiscas, como los olivos y los aceitunos, todos eran unos. No pasa nada: todos somos parientes.

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