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Carlos de Hart
Viernes 30 de diciembre de 2022 - 12:00 PM

Incentivos perversos

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‘Incentivo perverso’: dícese de “un incentivo que tiene un resultado no intencionado y no deseado que es contrario a los intereses de los propulsores del incentivo”...

Anuncian la liberación de criminales de la Primera Línea utilizando estratagemas legales, pasando por encima de la justicia colombiana, con tal de cumplir con promesas hechas a quienes los ayudaron a llevar al poder.

Prometen pagarle a 100.000 delincuentes un millón de pesos mensuales, con el supuesto propósito de que dejen de delinquir.

Piden a las autoridades no combatir la siembra de cultivos ilícitos como la coca, mientras no se demuestre que existen cultivos sustitutos más rentables.

Pero ojo: mientras todo esto sucede, pretenden el desmonte del ESMAD y la eliminación del servicio militar obligatorio, entre otros instrumentos que existen en nuestro ordenamiento jurídico para protegernos.

Tampoco se están creando alternativas de empleo u oportunidades de emprendimiento. Por el contrario, con reformas como la tributaria se está afectando gravemente la capacidad del sector privado de generarlo.

¿Cuál es el mensaje que le estamos transmitiendo a nuestros jóvenes, si no es que el crimen paga y el camino recto con esfuerzo para conseguir un empleo digno y honesto no?

Retomando el tema del servicio militar obligatorio, puedo entender por qué muchos colombianos desean abolirlo; los padres no quieren “prestar a sus hijos para la guerra”.

Debido a esa presión se ha disminuido drásticamente el reclutamiento. Eso ha representado tan solo este año cerca de 28.000 soldados regulares menos que el año inmediatamente anterior (de un total de 140.000 que llegamos a tener). Cada uno de esos soldados regulares se gana aproximadamente 300.000 pesos mensuales.

El Gobierno no ha medido el impacto en el incremento de masacres, crimen organizado y delincuencia común que traerá la disminución en ese pie de fuerza.

Si fuéramos a eliminar el servicio militar obligatorio, ¿por qué no mejor entonces pagarle el mismo millón de pesos que le promete Petro a los delincuentes, pero a los jóvenes que quieran voluntariamente prestar servicio militar?

¿O, con la misma lógica, por qué no utilizar esos recursos para promover emprendimientos de jóvenes y la creación de empleo para ellos?

Exijamos políticas públicas que incentiven lo moralmente correcto y que no se conviertan en incentivos perversos.

Por: Carlos de Hart

Empresario - Ex viceministro de Desarrollo Empresarial

Twitter: @CarlosdeHart

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