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Donaldo Ortiz Latorre
Domingo 12 de marzo de 2023 - 12:00 PM

Este año no hay cumbia, solo vallenato, JCCR

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Este año la sensibilidad del alcalde abandona la cumbia y se la dedica al vallenato. El mismo alcalde que preguntó: “cuánta gente entró a ver el espectáculo del grupo español de flamenco”, “Viva” (que de paso fue excelente), y que ante la respuesta de que había sido un éxito dijo que “iba más gente” a los espectáculos de licor de su feria. Su sensibilidad no logra diferenciar las obras, ni alcanza para darse cuenta que el Teatro Santander no está planteado como empresa comercial.

Cambiaron a Concha Buika por Chabuco, porque alguien cercano al alcalde entendió mal el nombre. Y entonces la nueva directora, traída de Bogotá, la señora Ruth Helena Jaramillo, dijo que había que traerlo y dejaron al público bumangués con este artista, que terminó cantando borracho y descamisado, en lugar de la gran Concha Buika.

El Teatro Santander costó muchos esfuerzos y su propósito desde el principio fue transformar la ciudad e incidir en las nuevas generaciones por medio del arte. Fernando Vargas se lo rapó a otras manos y Rodolfo Hernández lo terminó con lujo de detalles.

El Teatro Santander es de todos, no del alcalde de turno que no se le ha ocurrido llevar un proyecto al Concejo para financiarlo, y ahora quiere más bien que produzca dinero, cuando sabemos que la cultura no es un negocio sino un bien que el Estado ha de promover.

Están acabando con todo, de 21 empleados dejaron 7. El gran equipo que dio inicio al Teatro logró que entraran 42.000 personas en 10 meses y 2.000 personas en condición de vulnerabilidad para actividades pedagógicas. 4.000 personas asistieron a las visitas guiadas (las quieren acabar también). Se hicieron 124 eventos de alto nivel. Pero ahora lo están desmantelando y el señor alcalde exige, entre otras, que la luz lo enfoque cuando llega al teatro, que lo aplaudan y le den las gracias. En el cierre de años de la escuela EMA, porque no lo mencionaron se retiró molesto y dijo que no volvía. Su vanidad no tolera un olvido involuntario. Ahora, la línea de espectáculos va por el lado de Cepeda, que es un gran artista pero para otro escenario. De pronto nos acaban trayendo a Silvestre Dangond ahora que es el año del vallenato. No salgan ahora las bodegas que denunció Vanguardia a disparar.

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